Despierta | Teen Wolf #5|

Capítulo V: Encuentros cercanos

Los pasillos del subnivel secreto de Eichen House, estaban iluminados con una luz parpadeante, que hizo más escalofriante el entorno en el que se encontraban. Por si no fueran pocos los gritos de los presos de allí, que intentaban sin éxito golpear las paredes de una especie de material transparente.

Lydia trago saliva y se acerco más a Stiles, había estado allí antes, había estado en su mundo ficticio arriba, encerrada como ellos. Sabia lo que era esa sensación, el estar en la oscuridad, aislados, únicamente con la soledad de su lado.

A pesar de que no se lo había contado a nadie, aun tenia pesadillas por las noches, las mismas que solía tener desde que fue encerrada allí por primera vez.

Solo que ya no era esa chica.

Tenia que recordárselo para enfrentarse a Peter, tenia que recordar que la Lydia Martin que entro a Eichen House años atrás, no es la misma que estaba allí en esos momentos.

Ella ya no era débil, se había prometido eso.

Nunca más.

—¿Estas segura de esto? —escucho la voz susurrante de Stiles a su lado, mientras el doctor Conrad Fenris.

Lydia se limito a asentir imperceptiblemente, atrayendo su mano a la suya. Solo ese gesto le brindo la confianza que necesitaba.

—A pesar de que Deaton me dijo que esto era necesario, tengo la necesidad profesional de decirles que esto no es nada bueno —la voz de Conrad corto el breve momento de conexión entre ambos.

—Solo queremos hablar con el —dijo Stiles mientras miraba fijamente al doctor, quien se había volteado a verles, mientras sostenía el pomo de la puerta con la llave en ella.

—La última persona que hablo con Valack  salió de esa habitación, pero no del edificio —su voz fue baja, una amenaza latente— y todo lo que hizo, fue hablar.

—¿La última persona? —Pregunto Lydia confusa— pensé que Peter no podía tener visitas.

—¿Peter Hale? —Pregunto el hombre ahora frunciendo el ceño— esto es extraño, un mensaje del sheriff informo que se lo necesitaba en comisaria para dar un testimonio.

Lydia y Stiles intercambiaron una mirada preocupada

—Eso es imposible —le susurro este— mi padre es el sheriff, el no llamo a nadie en todo el día.

La mirada de Conrad paso de la tranquilidad a el miedo en segundos, abriendo la puerta de golpe, se encontraron con algo que no esperaban.

Los guardias que ocasionalmente se apostaban a los lados de la puerta en el interior, se encontraban caídos en el suelo, sangre filtrándose de múltiples heridas.

Horrorizada, Lydia miro alrededor mientras Stiles sacaba su celular y llamaba a su padre.

—¿Quién ha hecho esto? —le pregunto a la nada

Conrad se deslizo rápidamente tocando un botón rojo que había en la pared, enseguida una intensa y ensordecedora alarma comenzó a sonar. Y la voz de una mujer repetía una y otra vez el mismo mensaje: Código Beta. Paciente prófugo. Código Beta. Paciente prófugo.

—Creo que ya sabes la respuesta a esa pregunta —Lydia frunció el ceño y se volteo, del otro lado de la pared de vidrio, una figura se deslizaba hasta estar a la altura de su mirada.  La luz rojiza se proyectaba sobre su rostro, dándole un aspecto aterrador.

Lydia trago saliva, viendo como una venda se envolvía alrededor de la cabeza de este, y como su mirada parecía fría como el ártico, interiormente, comenzó a temblar.