Capítulo XXXVII: Una elección puede cambiarte

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Stiles, Derek y Noshiko llegaron al mismo tiempo a la casa del chico, nada más estar allí, Derek detuvo el avance de Stiles, quien se dirigía a la entrada.

Olfateando el aire un momento, el chico le miró, y ambos intercambiaron una mirada alarmada.

—Sangre —dijo este, sin darles tiempo a pensar al resto, corrieron al interior.

—¡Lydia! —gritó Stiles, lanzándose hacia el interior.

Miro alrededor, viendo que todo estaba como lo dejo, excepto que Lydia no estaba en el sofá como la había dejado, y había sangre, una mano con sangre manchando la pared.

Un terror para nada desconocido se albergó en su interior mientras gritaba una y otra vez el nombre de la chica. El Nogitsune debió de haberlas encontrado, debió de habérselas llevado.

Derek se lanzó escalera arriba, mientras él iba a la oficina de su padre, dejando a Noshiko yendo a la cocina.

Mientras Stiles revisaba su alrededor, escuchó el grito desgarrador de Noshiko, y girándose sobre si mismo corrió hacia la cocina, esperando lo peor.

Aunque nada lo preparo para lo que vio.

La madre de Kira se encontraba en el suelo, con su hija en brazos, sangre manchaba sus manos, mientras apretaba la herida que tenía la chica. La misma estaba consciente, Stiles no podía imaginar la clase de dolor con el que estaba tratando.

Noshiko tenía, por primera vez, lágrimas en los ojos, su mano temblaba, y el corazón de Stiles se saltó unos cuantos latidos.

—¿Dónde está Lydia? —Le pregunto, desesperado—, ¿Qué sucedió?

Parecía como si ella intentase decir algo, pero las palabras no salieron de su boca. Balbuceó una serie de indescifrables palabras, tanto que Stiles creció en frustración y terror.

—¡Kira maldita sea, ¿Dónde está Lydia?! —le gritó

Noshiko le miró furiosa

—Contrólate, es mi hija la que está en este estado —le dijo—, lo averiguaras cuando sea el momento.

Le podría importar muy poco lo que estaba diciendo la mujer en esos momentos, por lo cual miró a la chica, quien escupía más sangre, su frente perlada por gotitas de sudor. Parecía más grisácea.

Lydia...Lydia... —la escuchó susurrar—... ella... oscuridad...

Stiles frunció el ceño

—No entiendo que estás diciendo —le dijo

—Yo sí —Derek apareció en la entrada, sosteniendo una carta abierta manchada con sangre—, es Lydia... siempre ha sido Lydia. Dejo esto para ti.

Stiles le arrebató la carta con furia, sin entender aun a que se refería, pero el miedo se alojó en su estomago, tanto que tuvo ganas de vomitar.

Desdobló la carta y la miró, la perfecta caligrafía de Lydia se leía a la perfección, la reconocería en cualquier parte.

Stiles:

Si estás leyendo esta carta, es muy probable que hayas encontrado a Kira muriéndose. Te darás cuenta dentro de nada que ese es el menor de tus problemas, Malia está recibiendo una visita de lo más interesante de su madre, la cual por cierto, tiene a Deaton.

Ah, me olvidaba de mencionarte, Allison está siendo retenida por Parrish y si te preguntas, no, nunca hubo ninguna bomba.

No me voy a olvidar de tu amigo Scott, digamos que no será feliz a donde se dirige, aquí una pista: es una trampa de lo más dolorosa.

Despierta | Teen Wolf #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora