Allison abrió los ojos y miró alrededor, frunció el ceño al ver que estaba en su apartamento. El que compartía con su padre. Se pregunto cuando había llegado allí, y por qué no recordaba haber ido.
—¿Papá? —llamó, mientras se levantaba de su cama y salía de la habitación.
La casa estaba en un absoluto silencio, nunca la había escuchado de esa manera, siempre algo se encontraba asiendo ruido. El reloj de la cocina, su padre en el estudio, o ella misma con la música en su cuarto. Nunca había escuchado al desolador silencio.
—If you go down in the woods today you're sure of a big suprise... —escuchó una voz deslizarse por el pasillo hacía ella—. If you go down in the woods today you'd better go in disguise.
Allison frunció el ceño, y camino hacía donde la voz parecía nacer, el living, no entendía que estaba sucediendo. Ni siquiera el por qué esa voz se le hacía tan familiar, pero a la vez, tan lejana.
—For every bear that ever there was will gather there for certain —cuando llegó a la cocina, miró alrededor, esperando encontrarse algo, cualquier cosa que pudiese explicar lo que sucedía.
Pero lo que vio la sorprendió aun más. Una niña estaba sentada en el suelo, estaba de espaldas a la entrada, donde Allison se encontraba. Unos osos de peluche estaban desperdigados a su alrededor, formando un círculo. Una canasta pequeña de juguete se encontraba a un lado, y dentro de la misma, Allison pudo ver comida de plástico.
—Because today's the day the Teddy Bears have their picnic —la voz le dio escalofríos, lo que hizo que terminara abrazándose a sí misma, en pos de buscar calor. Se frotó los brazos, mientras daba otro paso al frente.
—¡Allison! —Se giró al escuchar la voz de su madre, estaba joven, tenía el cabello largo y no parecía tan espeluznante como lo recordaba. Su corazón se apretó ante la imagen, y la vio moverse hasta la pequeña. Se sorprendió al darse cuenta de que era ella ¿Era esto acaso un recuerdo?
Vio a su madre arrodillarse ante su versión de niña, y dar un suspiro. No recordaba por qué, pero su madre tenía el mismo rostro que siempre había tenido cuando se metía en problemas.
—¿Qué hablamos de traer amigos del colegio a casa? —Le pregunto su madre—, la madre de Kelly me acaba de llamar, diciéndome que le enseñaste a su hija las armas de tu padre. ¿Cuál es la primera regla de esta familia?
La pequeña Allison jugueteo con el oso mientras hablaba
—Nunca apegarnos a los demás, siempre mantener las distancias —repitió monótonamente lo que había aprendido desde corta edad—, si la gente sabe quiénes somos, se asustarían de nosotros.
—Incluso si hacemos el bien —su madre le miró—, ya solucione el problema, pero no puede volver a suceder. Cualquier persona puede ser uno de los que tu padre busca, ¿qué te digo siempre? No puedes confiar en nadie que no sea de tu sangre.
Allison sintió su garganta apretarse, y las lagrimas agolparse en sus ojos
—En nuestro mundo, si confías en las personas equivocadas, acabas muerto —su madre le dijo a su pequeña versión—, los Argent no tenemos amigos, porque no confiamos en ellos. ¿Es que lo has olvidado?
Allison alzó la mirada, dándose cuenta de que su madre no miraba a su versión pequeña, sino a ella misma.
—¿Mamá? —La vio levantarse y caminar hacia ella—, te extraño.
—Lo sé —su madre se limitó a decir—, pero no hay tiempo para eso, sabes que algo está mal con tu amiga, pero te niegas a verlo. Estoy decepcionada. Eres una gran cazadora, tienes un gran instinto, úsalo. O si no, acabarás muerta.
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Despierta | Teen Wolf #5|
Fanfiction❝Perderás tu mente❞ |No se permite adaptación| Libro #5 de Teen Wolf|