Capítulo XXXX: Nieve blanca, sangre roja.

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Scott, Allison y Malia empujaron la puerta de la escuela para entrar, Malia por fin se había despertado, algo que tomó bastante tiempo y una Allison con una bofetada para conseguir.

Habían recibido el mensaje de Stiles, diciéndole que vayan a la escuela, que Lydia estaba allí, y que no hicieran nada.

Pero la furia bullía en el interior de Scott pese a las palabras de su amigo, Lydia había dejado a Allison muriendo, nunca podría perdonarla por eso.

Así que cuando empujó la puerta, esperaba encontrarse con una Lydia tramando algún plan malvado, no con un patio cubierto de nieve.

Lydia se encontraba allí sin embargo, mientras él y las dos chicas miraban su entorno, dándose cuenta de que no se encontraba en la escuela, aunque estaban aun en ella.

La chica parecía relajada, sacando una rosa de uno de los arboles, Scott pudo oler su sangre cuando se pincho con la espina, pero no parecía tener la menor expresión de dolor.

—¿Lydia? —Allison dio un paso más cerca, trastabillando.

Scott se maldijo por no obligarla a ir al hospital, podía reducirla, pero Allison nunca se lo perdonaría.

Lydia se giró desde donde estaba, la rosa cayó al suelo como si fuera en cámara lenta, y les miró, el terror brilló en sus ojos.

—¿Qué hacen aquí? —Les preguntó—, no debían de estar aquí.

—Se acabó, Lydia —dijo Scott negando, sin preguntarse a que se refería.

Allison dio otro paso cerca, Scott la miró, dios, si daba otro paso iba a teclearla, incluso si eso le producía más dolor a él que a ella.

La chica tenía lágrimas en los ojos, la mayoría producto del dolor.

—Lydia, sé que sigues siendo tú —Allison habló, vacilante—, sigues siendo mi mejor amiga. Sea lo que sea que tienes dentro de ti, no cambia quien eres. Lucha contra él.

Lydia frunció el ceño, y luego rió

—Lydia Martin. ¿Quién es Lydia Martin? —Preguntó, tomando la rosa del suelo y la miró—, dicen que cuando algo se olvida, puede volver a recordarse con pequeños detalles. Lydia Martin. Ese es mi nombre. Pero no parece mi nombre en absoluto, Lydia Martin fue una chica encerrada en un psiquiátrico porque estaba loca, fue una chica traicionada, olvidada... ¿Noshiko les ha hablado de la profecía?

Los tres chicos intercambiaron una mirada

—Ella dijo que tenía la traducción completa —Habló Scott—, pero eso ya lo sabes ¿no? La has sabido todo este tiempo.

Lydia sonrió con tristeza

—Buscarás a aquello que pone en riesgo a los que amas —recitó—, pero serás traicionado por aquel que llamas amigo. La sangre de un inocente manchará tus manos y aquello roto, jamás será reparado.

La voz de Lydia era apenas un murmullo, suave y escalofriante, Scott se posicionó unos pasos delante de Allison, en caso de que Lydia decidiese atacarlo.

Lydia no.

El Nogitsune.

Se recordó.

—Tres elegidos por la oscuridad, sus caminos se han cruzado —continuó la chica, viendo la rosa como las brujas de las ferias que ven las bolas de cristal—, Uno escapará, uno será encontrado y por último, uno morirá.

La rosa se apretó en su mano ante las últimas palabras, y la sangre se deslizó de la misma, cayendo al suelo.

—Y cuando la sangre de un héroe manche la nieve blanca... renacerá la bestia que nunca debió nacer.

Despierta | Teen Wolf #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora