Capítulo quince

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"—Esto es una mierda —murmuro.

—¿Qué es una mierda? —Se interesa la persona al otro lado del lugar.

—Todo. Todo funcionaba bien antes de su llegada. —Hago un silencio momentáneo— Nadie se percataba de nada; esas personas eran invisibles o públicamente poco queridas, por lo que a nadie le importaba lo que sucedía con ellas.

—Vamos. Una parte de ti es consciente de que su presencia en el internado no es mala en lo más mínimo —me intenta hacer cambiar de opinión.

—No he dicho que sea mala, solo destaco el hecho de que todo se está saliendo un poco de control desde ese momento —explico—. Lo utilizo como un acontecimiento de referencia —agrego.

—¿Y qué harás al respecto? —Se intriga.

—Todo pasará como tenga que pasar.

—Dios, eso sonó demasiado poético —se burla de mí.

—No me jodas ahora —pongo los ojos en blanco."

Kasia

Mi cabeza está murmurando insultos que podría tirarle a Ángel en cualquier momento debido a lo naturalmente irritante que es, cuando el profesor llama mi atención.

—Kasia, ¿serías tan amable de repetirnos lo que acabo de explicar?

Pero no, no puedo hacerlo gracias a que llevo los últimos diez minutos quejándome mentalmente de la existencia de Ángel.

Joder, ¿desde cuándo soy tan irritable?

Sacudo mi cabeza en señal de negación a la pregunta del maestro.

—Perdón.

—Hay que estar más atentos, señorita Nowak —responde, regresando a su explicación.

De reojo advierto una sonrisa ladeada plasmada en la cara del idiota con un nombre bastante irónico. Pongo los ojos en blanco.

Muy pocos minutos después, mientras presto verdadera atención a la explicación del profesor, siento algo muy ligero impactar contra el costado de mi cabeza. Cuando dirijo mi mirada hacia el suelo junto a mi mesa, localizo una bola de papel que, obviamente, recojo del suelo para analizar.

Al desdoblar la hoja, encuentro unas palabras.

"Kasia, deberías seguir el ejemplo de una persona que sí está atenta a clase. Yo, por ejemplo"

Puesto que el nombre del remitente está implícito, en la misma hoja decido responderle.

"Cállate, idiota. Déjame en paz"

Vuelvo a arrugar el papel y se lo lanzo, cuidando que el profesor no se percate de nada. Poco tiempo después, recibo la hoja de nuevo, sin embargo, esta vez accidentalmente la abro del lado incorrecto a donde está nuestra grandiosa conversación y diviso una palabra.

"NOWAK"

Adorable. Le agregamos unos cuantos corazones y automáticamente me convierto en la enamorada de un niño de cinco años.

Volteo los ojos y giro el objeto en mis manos para ver su respuesta.

"Respondería «cállame» pero la verdad es que no me atrae la idea. Y respecto a lo otro; no."

Escribo.

"Genial, siempre quise tener a un imbécil acosándome por medio de papeles en plena clase. Mi sueño frustrado"

En el momento que lanzo la hoja de vuelta, no analizo la situación, cosa que causa que el profesor se percate del acto.

—Agradecería que respetaran el espacio de la clase de humanidades, y si no están conformes, los invito a retirarse del salón —nos reprende.

NOWAK [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora