Capítulo doce

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"Abro rápidamente la puerta sin preguntar quién es. Reconocería en cualquier lado esos toquidos.

Él entra eufórico, haciéndome retroceder, y cerrando la puerta detrás de sí.

—Todo salió a la perfección —no habla muy fuerte, sin embargo, puedo distinguir los tintes de satisfacción y emoción en su voz.

Estoy por hablar y decirle que lo sé, que incluso fue mucho mejor de lo que esperaba, pero entonces él me toma ligeramente de las mejillas pegando sus labios a los míos en un corto beso alborozado.

—Por lo que sé; hasta ahora todos piensan que fue un accidente —vuelve a hablar sin alejarse demasiado, incluso aun puedo sentir la suavidad de sus labios sobre los míos—. Obvio es porque estuviste genial.

Sonrío volviendo a recibir otro de sus besos triunfales.

No somos pareja ni nada por el estilo, sin embargo, ya nos tenemos tanta confianza que ahora nuestra forma de festejar que algo de esto nos salga bien -aparte de un buen Whisky, claro está- es esta. "

Aurek

—¿Qué mierda le metió ese hijo de puta? —pregunto a la nada mientras recuesto mi cabeza en el espaldar. No sé si es el alcohol o lo que está pasando, probablemente ambas, pero parece que mi cabeza va a estallar.

—Pudo ser éxtasis o... Burundanga —la voz de Liam, por alguna razón, me relaja. Aunque no tenga nada bueno para decirme—. Son normalmente las drogas que se usan para... Uhm, abusar de alguien. Aunque, claro, si fuese éxtasis; Kasia estaría... Ya sabes, un poco más... Eh, animada.

Miro por el espejo retrovisor a mi hermana; está recostada en el espaldar, sus ojos perdidos en el cielo nocturno, distraída e indefensa. Todo lo contrario a ella.

Y pensar que ella podía... Prefiero esfumar esos pensamientos de mi mente.

—Aurek... Ella parece estar teniendo mucho calor, y si lo que le dieron fue burundanga, lo mejor es que tome agua de inmediato; no anula los efectos de la droga, pero los tranquiliza al menos un poco.

Ojeo mis laterales y el frente de la carretera dándome cuenta de que; —Mierda, estamos casi en medio de la nada.

Vuelvo mi vista a mi hermana.

Su respiración es lenta y calmada, cerrando sus ojos como si los párpados le pesaran.

—Voy a matar a los hijos de puta que le hicieron esto —murmuro siendo escuchado por los chicos, pero no me interesa. De hecho, nada me interesa cuando intentan hacerle daño.

Veo al castaño llevando su mano hasta el brazo de mi hermana para moverla y despertarla así que decido detenerlo preguntando—; ¿Qué es mejor? ¿Despertarla o dejarla dormir?

—Pues... Ya que no hay agua, diría que dejarla dormir.

Ya, y es que Alexander trae un cuchillo en la guantera, pero no puede traer una miserable botella de agua.

—Entonces no la despiertes —volteo a ver el perfil del chico que va conduciendo—. Myers, sube la capota, por favor.

—¿Qué? ¿Por qué?

—¿Podrías dejar de hacer preguntas estúpidas? —debo dejar de salir con ellos. Corrección; debemos, mi hermana y yo—. No quiero estar más involucrado en noticias amarillistas.

De mala gana, presiona un botón y automáticamente comienzan a cubrirse nuestras cabezas con el techo desplegable. Por un momento cierro los ojos, de repente me ha llegado mucho sueño.

NOWAK [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora