NOWAK [borrador]

Capítulo cuarenta y tres

"-No los encuentran -tengo la desgracia de ser yo quien tiene que informar-. A ninguno.

Creo que nunca había sentido a una persona emanar tanta ira como quien tengo en frente luego de escuchar lo que acabo de decir.

-Tengo entendido que no le estoy pagando a unos incompetentes como para que no puedan hacer bien su trabajo -se presiona el puente de la nariz.

Entiendo a la perfección la forma en la que me quiere decir que mi nombre es el primero en aquella lista de "incompetentes" y la verdad es que no tengo nada que refutar.

Tengo toda la intención de dar media vuelta e irme luego de murmurar un "permiso", cuando me frena diciendo mi nombre.

-¿Sí?

-Más te vale que la próxima vez que cruces esa puerta para tener el atrevimiento de dirigirme la palabra, sea únicamente para decirme que finalmente los encontraron y se encuentran en perfectas condiciones. -Se toma su tiempo antes de preguntar- ¿Te queda claro?

-Me queda claro."

Kasia

Sigo a Riley sin que se percate de ello -debido a que está yendo demasiado rápido, no es que la esté espiando- hasta la habitación luego de salir de la cafetería y presenciar aquel extraño momento.

Cuando está a punto de cerrar la puerta de la habitación sin notar mi presencia, coloco mi mano para evitar que eso pase, haciendo que se sobresalte.

-¿Riley? -Se queda mirándome sin decir una palabra y empujo la puerta para abrirla por completo, debido a que aún ella se encontraba bloqueándola- ¿Todo bien?

-¿Qué haces aquí? -Interroga, en lugar de responder a mi pregunta.

-Saliste corriendo del restaurante -le recuerdo, como si fuese posible que lo haya olvidado-. ¿Todo bien? -Repito.

-Tú... Aurek... ¿Por qué...? -Comienza a divagar y yo solo me quedo más perdida- Lo mataron, Kasia. ¡Tú estabas ahí! ¡Lo viste! ¡Lo viste y no te importó! -Casi grita.

Arrugo las cejas.

-¿De qué mierda estás hablando, Riley?

-¡¿Cómo que..?! -Noto como se desespera y, sin decir nada más, me cierra la puerta en la cara.

¿Qué acaba de pasar?

No es posible cerrar con llave las habitaciones del internado, así que considero simplemente abrir la puerta y entrar... Pero hacer eso, a decir verdad, justo ahora no se ve como una buena decisión.

Aunque eventualmente me debe dejar entrar, también es mi habitación después de todo.

***

No es hasta la tarde del día siguiente -Halloween- que me di cuenta de que no tenía ni idea de qué me iba a disfrazar, lo que me llevó a simplemente ponerme un vestido, junto a un antifaz que Riley amablemente me prestó de su disfraz.

La situación con ella es curiosa, debido a que ayer en la noche -cuando me digné a volver a la habitación- ella ya estaba dormida, así que no cruzamos palabra hasta la mañana siguiente y actuaba como si nunca me hubiese gritado acerca de la muerte de mi hermano, ni me hubiese dejado afuera de mi propio cuarto.

Aunque sí se veía nerviosa.

Sin embargo, no tuve posibilidad de interrogarla al respecto, debido a que, en primer lugar, no se veía muy dispuesta a mantener una conversación casual conmigo -o ningún tipo de conversación- y, en segundo lugar, la perdí de vista tan pronto entramos a la fiesta, a la cual no pensé que ella fuera a ir. Quizá solo lo hace porque está ocurriendo en el gimnasio del propio internado.