JULIE POV'S.
Otro día, como todos los anteriores desde hace algún tiempo siento que solo respiro, es como algo mecánico, intento mantener mi espacio limpio pero ¿qué tanto puede ensuciar y desordenar una sola persona? me siento como una mariposa a la que le cortaron las alas, frágil, débil, dolida y sin chance de repararse; sin embargo hago el esfuerzo de sonreír todos los días.
Miro el reloj "10:30" todavía debo esperar hora y media para que alguien llegue a darle vida a este lugar, hace poco repartí mi hoja de vida por todos lados y ahora espero que me llame al menos una de las personas que aseguraron hacerlo, aunque realmente perdí toda esperanza desde que pasaron dos días.
Se preguntarán, ¿Cómo es que mi vida llegó a ser así? Hace tiempo, viajé de mi país a Corea y empecé a trabajar en cualquier cosa, ya sea mesera, tender, incluso sirvienta. Vivía bien, era divertido, así, conocí a mucha gente a los que llamo amigos, que en realidad son muy raros, entre ellos está mi novio, Jong In, a quien le encanta el ballet y la lucha libre es como una bella mariposita sexy y heterosexual.
Solía renunciar a mis empleos porque me aburría de ellos, rápidamente conseguía otro mejor o más divertido, hasta que empecé a trabajar en una casa de modas llamada Class&Style. En éste nuevo empleo no me aburría en un inicio, yo era la vendedora de la boutique, luego me ascendieron a gerente de ventas, por ser muy buena en ello y con los números. Todo iba bien hasta que me atravesé en el camino de Gwi Ji, una tipa realmente odiosa, quien es la diseñadora estrella de Class&Style. Ella se sintió amenazada por mí ante una par de diseños que hice para mí jefe, que por cierto, le encantaron todos. Gwi Ji se encargó de hacer que me fuera de la empresa, es una historia muy triste para hablar de ello, además de larga.
Mi problema con Gwi Ji se extendió más de lo que podría imaginar, tanto que ella me quiere fuera del país pero no puedo salir de corea, al menos hasta tener 21 y ella se está asegurando de mi partida cerrándome todas las puertas laborales en cualquier ámbito laboral.
Como no tenía dinero mi novio me invito a vivir con él y desde entonces me siento una mantenida, solo hay un lugar en el que no me han cerrado las puertas y es en la palestra, no era mi lugar favorito pero desde que mi vida se volvió de esta manera estar en un lugar donde no me siento juzgada es algo realmente acogedor.
— ¿Sigues ahí? ¿No vas a salir? — Jong In va entrando por la puerta.
— ¿No que llegarías a medio día? — Pregunto sin ánimos de responder a su pregunta.
Me giro para darle un lugar en mi cama, digo mí cama, ya que vivimos en la misma casa pero tenemos habitaciones distintas, porque me gusta dormir sola y los papás de él no me dejarían vivir aquí de no ser así, cosas culturales y morales, creo.
— Sé que se mi hizo tarde, I'm sorry love.
¿Tarde? ¿Qué hora es? Dejo mi almohada a un lado y busco mi celular; es la una de la tarde ¿paso tanto desde la última vez que mire la hora? Miro mi reloj todavía marca las 10:30.
— ¡Con razón muero de hambre! — Digo asombrada, Jong In sólo ríe.
— ¿Quiere salir a comer conmigo bella dama? — Hace una reverencia mientras extiende su mano hacía mí, la tomo.
— Claro honorable caballero, pero déjeme arreglarme. — Con un rápido movimiento lo tiro a la cama y con ello me impulso para ponerme dé pie.
— No te demores, se me hace tarde y no quiero perder mi trabajo por ello. — Se sienta.
— Entonces no me baño. — Respondo.
Sólo me lavo la cara y me cambio la blusa. Llevo puestos unos leggings negros y me pongo una blusa azul, recojo mi cabello para amarrarlo en una linda cola.
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We are killers
FanfictionEn esta historia no se puede catalogar a los personajes como buenos y malos, eso no significa que no hay villanos y víctimas. Aquí, como en el mundo real todos son buenos y malos en proporciones distintas. Esta historia nace de la pregunta que me...