CAPÍTULO 18

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Flashback

— Es una mañana muy linda, el sol brilla, tu hermano ya está bien, hay muchas flores, tu hermano ya está bien, los mangos están en cosecha, y...— Vero puso una mano en su mentón fingiendo pensar en algo mas — ¿ya te dije que sería genial salir a andar en bici porque sería bueno para Cristian hacer ejercicio — Rodé los ojos, su cursilería me revuelve el estómago.

— ¿y desde cuando te preocupas tanto por mi hermano? — me cruce de brazos lanzándole una mirada burlona, lo que hizo que se sonrojara al verse en evidencia, luche contra las ganas terrible de reír por su reacción

— e-es... que — tartamudeo un poco mientras miraba al rededor buscando inspiración para inventar una buena excusa — es tu hermano y significa mucho para ti, como tu mejor amiga tengo que ver por tu felicidad — me abrazo de lado adentrándonos en la mansión.

— ¿Quién dijo que mi hermano lo es todo para mí? — simule una actitud fría y distante que no creo dure mucho frente a Vero

— ¿acaso no lo soy? — cuestiono Cristian saliendo de su escondite sorprendiendo a Vero y ganándose una mirada de mortal de mi parte

— ¿Que no sabes que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?— dije todavía con mis brazos cruzados y alzando una ceja

— y-yo solo... ¡pasaba por aquí en busca de agua! —Cristian actuó igual que vero buscando una buena excusa, se parecen tanto que creo que su única diferencia radica en su género porque a la hora de molestarme no hay quien los iguale

— ¿y desde cuando confundes el camino a la cocina con el de la salida?— mi hermano solo se avergonzó por su mala excusa, recordando los 4 pasillos que separan el camino a la cocina de su actual paradero.

— ¡Acabo de salir del hospital! necesitaba que alguien me ayudara — me respondió jugando con sus manos.

Diferencia numero dos Vero tiene mejores escusas

— ¿Acaso eres un bebe? ¿No alcanzas los vasos? ¿No puedes abrir la nevera? — seguí cuestionando sus actos o malas escusas

— ¡ya deja de molestarlo con tus preguntas! — grito vero luego de haber sido ignorada un largo rato

— sí, que molesta eres a ratos — añadió mi hermano — ¿y esas bicis vero? — cambio de tema mi querido hermano.

— Quería salir a manejar con ustedes pero ¡Julie! no quiere — Vero se cruzó de brazos en un intento de estar molesta.

— ¿Cómo que no quiere? Solo espera y nos cambiamos por algo más deportivo — dicho esto me tomo de la mano y me arrastro dentro de la casa.

— ¿a dónde me llevas? — pregunte zafándome de su agarre.

— ¿no pensaras que te dejare aquí sola? — me hablo como si eso fuera lo más obvio del mundo

— ¿sabes lo jodido que es tocar el violín? — Cristian hizo una mueca de incomprensión de la que evite reírme — ahora imagínate tener que tocar violín sobre una bicicleta — mi comentario provoco un notorio sonrojo en la cara de mi hermano — ¿Por qué mejor no le dices que no quiero y van solos?

— ¿De qué hablas? — soltó con fingida inocencia

— Hablo de que ustedes se gustan y son tan estúpidos que no lo admiten, ve con ella y luego me dices como te fue — Cris sonrió satisfecho y me abrazo.

We are killersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora