We are killers

Capítulo 10

Al llegar a mi casa lo primero que hice fue tomar los expedientes de todos y averiguar sobre los trastornos que aparecen en el diagnóstico de cada uno y leer las normas, tuve muchos momentos en los que no sabía qué hacer y me recrimine por no leer seriamente todos estos papeles.

Hice un desorden enorme de papeles en mi cama cada palabra que no entendía la buscaba en internet y cuando no encontraba algo lo dejaba a un lado y seguía con otro tema.

Estaba leyendo tanto que no supe en que momento me quede dormida, me desperté cubierta de hojas y con la computadora al lado de la almohada gracias al melódico sonido del despertador de Jong In a quien no escuche llegar la noche anterior.

....

Tras dormir una hora más, desayunar y bañarme para lograr llegar antes de las 10 al NU'EST.

Antes de salir mire el calendario "20 de marzo de 2014" que día tan triste. Es increíble que solo con la fecha me sienta mal. Hace 4 años, este día, marcó un antes y un después para mí.

Al llegar a NU'EST primero fui a ver a Minhyun para ver como seguía y que no hubiera hecho alguna locura con sus preciados libros.

Antes de tocar la puerta, respiro profundo para centrarme y dejar de lado esa tristeza que me invade en este día, no quiero que se den cuenta de cómo estoy así que tomó aire una vez más y toco la puerta

— ¡Buenos días! — Grito sonriente y Minhyun todavía está en la cama — ¿estás enfermo? —

— No ¿porque lo dices? — respondió medio dormido.

—Son las 10 y sigues en la cama. —

— Yo siempre duermo hasta las 10 o 10:30 — él ni siquiera hace el intento de levantarse por lo que decido dejarlo dormir.

Antes de salir miro el estante lleno de libros. Podemos pasar tiempo juntos sin hablar, me pagan por verlo y ya lo vi ¿Qué me impide tomar un libro y quedarme en silencio leyéndolo?

Sin pensarlo más voy y tomo un libro de la biblioteca de él "la puerta de los 3 cerrojos" se Sonia Vidal, el libro original está en español pero este está en hangul, sí que debió costar, huele tan bien.

Me siento en el sillón a leerlo, nada como un libro para olvidarme de mi vida y escapar en silencio a otro mundo en donde existen los finales felices.

Iba ya por la página 45 cuando sentí que alguien se sentaba a mi lado.

— ¿podrías leer en voz alta? No lo he leído y me gustaría leerlo junto a ti —propuso junto a mí.

Me gire para responderle y... ¿a qué hora se levantó y se bañó? Joder, pudo desvestirse frente a mí que ni lo hubiera visto, de verdad estaba metida en la historia.

— mejor lee tú, es que no leo muy rápido en coreano y me siento medio lela leyendo en voz alta

—¿lento? Si llevas media hora aquí y ya vas en la página 45

Más rápido él que en media hora ya se bañó, se arregló quedando fantástico, yo no tendría los mismos resultados en ese tiempo.

—es que en español puedo leer más rápido.

— ¿hablas español?

—sí, yo soy de Colombia, soy latina. ¿A poco no se nota?

— bueno es que hablas tan bien el coreano que pensaba que eras la hija adoptada de una familia coreana o una de esas chicas europeas que vienen a estudiar a Corea — me explico