La noticia de que el atentado era contra mí se difundió con velocidad, por suerte, nadie murió en el accidente, lo que no implica que no mueran dentro de pronto ya que las heridas son graves. El guardaespaldas que acompaño a Seo Ji, de nombre Dann Satori, está en cirugía, al igual que Seo Ji, intente acercarme a la señora Kang para preguntar por él y me lo impidieron, el señor Kang y su hija me culpan por lo sucedido, los entiendo cada que algo así sucede es normal buscar culpables.
Tashy tuvo que acompañar a Baek Ho hasta NUEST y me prometió regresar. Jong In me llamo y me dijo que le prohibieron regresar a Corea, también lo entiendo, nadie parece estar a salvo cerca de mí, menos cuando el auto que provoco el accidente es robado, se lo robaron nada más y nada menos que al médico que ha estado a cargo de Ren.
Eso es mucho más aterrador que las notas, esa persona me quería dañar a mí y siguió el auto sin notar que yo no subí a él, me lo advirtió, las notas decían que la tercera advertencia llevaría mi sangre y se derramo la de Seo Ji. Lo normal era que mi auto llegara al palacio de justicia y se quedara allí, que solo se moviera en caso de que yo lo hiciera, solo que yo no quise que Seo Ji pagara un taxi, menos cuando él me llevo hasta Je Ju y nadie se opuso, Satori lo llevaría a su casa y regresaría por mí, parecía simple.
Fue una suerte que no todos estuviéramos en el auto, podría haber sido peor, según Tashy, su peor es que yo hubiera estado en el lugar de Seo Ji y para mí lo peor es esto, ahora esa persona volverá por mí y no le importara quien se atraviese en su camino, tengo a seis hombres cuidándome que se movilizan en tres vehículos y esa persona o personas me han vigilado, sabían a quién visitaba y quien lo atendía, supo dónde estaba y dejo muchas fotos mías en el vehículo para dejarlo claro. Ahora esa persona es cualquiera a mi alrededor y puede estar viéndome justo ahora, podría estar grabándome o simplemente estar en su casa imaginando como sufro presa del miedo por lo que le hizo a mi mejor amigo, fallo pero me lastimo más de lo que quería, no sé si sepa que prefiero estar en el quirófano en el lugar de Seo Ji, solo estoy segura que debe estar satisfecho con lo que ha hecho, lo sé.
El médico que atendió a Dann Satori salió al pasillo de la sala de espera, la familia de Satori lo rodearon con rapidez suplicando en silencio por escuchar buenas noticias.
—La cirugía ha sido un éxito, hemos logrado detener las hemorragias y estaremos atentos a su evolución, por favor sean pacientes, su condición aun no es estable.
Una mujer se arrodillo y dio gracias al cielo porque su familiar estará bien, en cambio con Seo Ji no sucedió igual, pasaron las horas y nadie salió a dar noticias sobre él, solo que aún está en el quirófano.
—Es muy tarde Julie, debemos irnos — Tashy ha estado cabeceando del sueño desde hace horas, hasta mis guardaespaldas y no los culpo, ya es casi media noche.
—ya sabes que la cirugía durara muchas más horas pero debemos irnos, no es seguro que estés aquí.
—no es seguro en ningún lado, hay fotos mías haciendo las maletas hace unos días ¡estaba en mi habitación! Y tiene esas fotos.
—justo por eso estarás en NUEST, hay una habitación disponible mientras arreglamos esta situación, nada será más seguro que eso.
— ¿estás de broma? ¿No? —Tashy me mira sin entender mi enfado — ese criminal está libre y es a mí a quien encierran ¿Qué hice mal?
—No es encierro, podrás salir cuando quieras solo que no se me ocurre otra manera de cuidarte, claro que quisiera atrapar a ese... esas personas, pero no quiero darles el gusto de hacerte daño, no les daré el gusto de tocarte un pelo, no lo hare, si te dañan habrán ganado y esa no es una opción — Sus ojos se llenaron de lágrimas y me abrazo con fuerza — no mereces esto, todos lo sabemos y por eso te protegemos, sé que te molesta pero es necesario.
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We are killers
FanfictionEn esta historia no se puede catalogar a los personajes como buenos y malos, eso no significa que no hay villanos y víctimas. Aquí, como en el mundo real todos son buenos y malos en proporciones distintas. Esta historia nace de la pregunta que me...