We are killers

CAPÍTULO 17

Tuve que tomar un taxi para regresar a mi casa, mi novio aún no había llegado por suerte y no supe a qué hora llego. Solo se que logre llegar a mi cama y caí como una piedra, ni siquiera me cambie de ropa.

Escuche a lo lejos la melodía de Mama de EXO proveniente de mi celular en algún lugar de mi habitación.

Me sentí aliviada cuando la música se detuvo pero no tardo en iniciar de nuevo y reuní todas mis fuerzas para abrir los ojos y poder buscar mi celular con la mirada al menos pero no basto y tuve que sentarme en la cama.

Esta dentro de mi bolso a los pies de mi cama. Suspire molesta, realmente quiero dormir, supongo que es muy temprano porque realmente no puedo con el sueño que tengo.

Mire la pantalla y vi el nombre de Seo Ji en la pantalla, lo adoro es mi mejor amigo pero a veces desearía matarlo, como ahora que para su suerte está lejos.

— ¿qué quieres? — mi voz sonó ronca

— En mis tiempos se decía hola primero — se burló Seo Ji. Rodé los ojos molesta.

— estas viejo, ¡acéptalo! — hable en broma, Seo Ji solo es unos años mayor que yo

— Hablo la reina de la juventud — siguió el con su burla

— Igual soy más joven que tú, idiota —

— ¿qué comiste que estas de un genio?

— no he comido, ni me he levantado y estaría durmiendo de no ser porque a alguien se le ocurrió la brillante idea de llamar de madrugada, Dios sabrá para que — deje salir mi ira en cada palabra, fue relajante, ¿lo han hecho? ¡Es genial!

— lo siento, pensé que estarías despierta, ¿qué clase de trabajo tienes? ¿Por qué entras tarde? — ya sé por dónde va el agua del molino, el llamo para que dormida le diga en donde trabajo.

— Seo Ji — hable cortando con sus múltiples preguntas para callarlo — ese truco de secarme la verdad dormida no funciona dos veces

— Nada perdía con intentarlo — dijo entre risas

— Desocupado — le regañe, de verdad tengo sueño — déjame dormir ¿quieres?

— ¿acaso no te dejaron dormir anoche? — hablo de forma picara

— ¿acaso quieres detalles? — respondí lo más amable que pude, pero no pude serlo en lo absoluto.

— no te molestes, basta con saber que a pesar de que son las nueve sigues agotada —

¿Nueve? ¿Cómo rayos?

— estos meses en américa te afectaron, ¿sabes?

— y tu cambiaste en estos meses — añadió con un tono triste

— ¿y vas a llorar?— me burle es mi turno

— Tonta — volvió a reír

— ¿hablamos luego? en verdad estoy cansada ¡y no es por eso!

— Ok linda, como digas — dijo y colgó. Solo tire mi celular Dios sabrá donde.

Luego de unos minutos escuche como alguien tocaba la puerta, supongo que es Jong In

— Buenos días — saludo entrando y tirándose a mi lado

— Buenos días — hable cubriéndome con la sabana para que notara que quería seguir durmiendo