CAPÍTULO 44

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Maldita Gwi Ji, Min Ki sin esperanza de salir por culpa de la promesa que de seguro le hizo a ella, viviendo con el anhelo de poder estar con ella algún día y ella se va a casar con su hermano, ¿por qué el de entre todos los hombres de este mundo ella se casa con él?

— ¿Estás bien?— me pregunta Seo Ji y siento la mirada de todos sobre mí — estas roja —

—Estoy bien, solo se me subió la sangre a la cabeza — evito mirar a Gwi Ji para no vomitar sobre ella, bien sea mi almuerzo o lo que se de ella.

Volteo a ver a min seok y sigue viendo la foto como un imbécil.

— Como me hubiera gustado que estuviera para ese día — confiesa acariciando con su pulgar una parte muy específica de la foto.

— ¿Y por qué no lo invitas?— todos me voltean a mirar y yo hago mi mejor intento de lucir inocente.

No podré decir la verdad porque no la conozco completa pero pueden darme un poco más de ella ¿no?

—Por qué no puedo— Min Seok se ve realmente afectado por el tema y no sé a dónde quiero llegar pero tengo que saber por qué ni siquiera visita a Ren.

— ¿Y por qué no puedes invitar a tu hermano a tu boda?— continuo con mi actuación y los hermanos me miran tratando de silenciarme con sus miradas.

—por qué está muerto — una voz grave responde por Min Seok, me giro para ver de quien es y veo a un hombre con uniforme militar, por sus insignias puedo ver que tiene un buen rango aunque no se mucho de eso, junto a ese hombre está el papá de Seo Ji y detrás de ellos está la señora Kang con otra mujer de más o menos su edad.

¿Quién es este señor y como se atreve a decir que Min Ki está muerto? hable con él esta mañana y sé que esta tan vivo como todos los aquí presentes.

— ¿Qué hace ella aquí?—espeto el señor kang. Esto es molesto, esta no es su empresa soy libre de ir donde quiera.

Tampoco tengo que irme de Corea solo porque Seúl tuvo la desgracia de que Gwi Ji viva aquí.

—Vinimos a tomar algo —responde Seo Ji desafiante.

—tranquilo papi, yo también pensé que se había ido a su país — comento Gwi Ji aprovechando el respaldo de su padre.

—Pues piensa más seguido, a ver si a la próxima aciertas — no me importa si se molestan todos y menos hoy que más que nunca me repugna su presencia.

—Y tú deberías aprender a cerrar la boca y no hablar de más— sentencia entre dientes conteniéndose supongo que por la familia de su novio, porque si también lo hace por su prometido siento pena por él.

— ¿Me mandaras a matar con tu mascota si no?— ¡diablos! eso no debió salir de mi boca se supone que no sé nada de Ren.

Ella palidece y yo siento como el calor de mi cuerpo se escapa a la velocidad que las palabras salen de mí. Nos quedamos mirando con los ojos abiertos a más no poder sin saber qué hacer.

¿Qué he hecho? Clavarme un cuchillo en el pecho era menos suicida que esto.

— ¿Por qué lo dices?— pregunta Min Seok temeroso. Entonces noto que todos alternas su mirada entre Gwi Ji y yo.

—Es solo una broma de viejas amigas, nada más — Gwi Ji deja salir el aire que lleva dentro.

— ¿es que son amigas? —pregunta Min Seok con el ceño fruncido.

—No— respondemos Gwi Ji, Seo Ji y yo al tiempo.

Justo en este momento llega la mesera con nuestras bebidas y los demás aprovechan para irse.

We are killersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora