CAPÍTULO 67

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DÍA 3

JULIE POV'S

No pude dormir, durante la noche escuche ruidos, hay varias personas en donde estoy, me tienen en lo que supongo es un sótano. Escucho los pasos y sus voces, no logro comprender lo que dicen. Mi estómago gruñe por la falta de comida y agua. Los postres siguen junto a mí, ya huelen mal y me temo serán lo único que me den de comer.

Sentí una corriente fría recorrerme la espalda hasta llegar a mi cuello que me erizo la piel en cuanto escuche como quitan el seguro a la puerta, por la contextura física asumo es el mismo hombre de ayer, de nuevo tiene esa tonta bolsa en la cara y ropa deportiva.

— ¿No tienes hambre? — Pregunta con naturalidad, no le respondo y me quedo atenta a sus movimientos — ¿no puedes hablar? — siento su mirada sobre mí, mi piel se eriza de miedo.

Si le digo que tengo hambre me hará comer esa porquería y si me niego a hablar me golpeará o activara de nuevo esa máquina.

—No quiero comer — mi voz suena débil y temblorosa.

— ¿Por qué? ¿No que siempre tienes hambre? — arrastra una silla y se sienta junto a la cama

—Sé que he dicho eso pero nunca me plantee la idea de ser secuestrada, así que olvida lo que has escuchado no me tragare tus porquerías

—Te tengo secuestrada y sigues halando como si estuviéramos al mismo nivel. — apoya los codos en el borde de la cama y su cara en sus manos.

—Se equivoca, yo nunca caería tan bajo como para quedar a su nivel — lo veo moverse para activar el sistema y justo antes de que lo active logro tomarlo del brazo, activa el sistema y ambos sufrimos por la descarga eléctrica que es tan alta que él ni siquiera puede moverse para desactivarla. Por suerte el sistema se desactiva solo, está programado para emitir cierto voltaje por un tiempo breve, de modo que no me cause daños graves.

Al terminar la descarga él cae al suelo, por desgracia aun consiente.

— ¡perra! — exclama quitándose la bolsa de la cara. Esperaba conocerlo, haberlo visto alguna vez pero no, nunca lo he visto. Su cabello es tan negro como sus ojos y puedo jurar que hasta su alma, su piel es tan pálida que dudo qe haya visto la luz del sol en años, sus labios son delgados y su nariz grande, no es nada atractivo y desde luego, si lo hubiese visto antes hubiera pasado de él, no hay nada en él que llame la atención — ¿Por qué no me avisaste? — Reclama mirando fijo a la nada junto a él, como si hubiera alguien allí — ¿Qué no te importa lo que me suceda? — Continúo hablándole a la nada y ya dudo de seguir despierta, debo estar alucinando. Eso o la descarga eléctrica le frito el cerebro — entonces deja de reír, recuerda que hago esto por ti

Con dificultad logro ponerse de pie y volvió la atención a mí, si fuera un sueño no sentiría escalofríos pero los siento, estoy despierta, lo que vi es real.

—Debes saber que tus actos tienen consecuencias — tomo el postre y me lo tiro en la cara, apretando el plato contra mi cara, sentí una punzada fuerte en la nariz que me hizo quejarme en voz alta — si no comes a las buenas, te hare comer a las malas — no quito el plato impidiéndome respirar intente sin mucho éxito quitar el plato de mi cara pero las cadenas no llegan tan lejos — si te las das de lista, te recordare a mi manera quien manda

Quito el plato y al fin pude respirar, se levantó y camino a la mesa de cuchillos y líquidos que imito de Minhyun. Tomo una jeringa y un frasco pequeño con un líquido poco espeso y trasparente, luego regreso junto a mí.

— ¿sabes lo que es el tetracloruro de carbono? — no tengo idea pero no suena

Saludable o comestible — obvio no, te haces la lista pero eres una completa estúpida

We are killersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora