Renovada 🔪

Capítulo 14

Derrumbe

Dos semanas después

Sara Gray

El rugido de un león se oye a lo lejos mientras un ave de fuego rodea la selva en plena noche dando un digno espectáculo, todo lo veo desde una roca sobre el lago estando desnuda.

El agua me salpica y por el rabillo de mi ojo visualizo como el agua se mueve para darle paso a la aleta dorsal del tiburón blanco que viene hacia la roca, el león se hace presente pegando un salto hasta quedar frente a mí con solo la separación del lago como distancia.

No hablo, mi rostro es como si no tuviera vida, un relámpago pasa por el cielo estrellado, y de este baja un gran caballo blanco con alas, mejor conocido como Pegaso en la mitología griega. Parece ayudarme, pero solo se interpone entre el tiburón y yo antes de girarse y verme entre ambos y cuando menos nos lo esperamos, el león se mete al agua y cuando está a punto de morderme, el fénix se mete a mi cuerpo dándome luz y vida.

Despierto cuando escucho la palanca ser girada y el chirrido que por años temí y odié suena molestándome.

—Hola su majestad—habla con sarcasmo Akira entrando al búnker donde me tienen escondida para que ninguno de los tres me encuentre.

No le respondo, solo hablé la primera semana, cuando desperté sobre un mugre catre herida y maloliente, me curaron las heridas graves y después me drogaron hasta que desperté y estaba aquí, encadenada de manos y piernas en un búnker y a la espera de que bajen para torturarme y darme un mugre bolillo y agua que de seguro es de la llave o del escusado, porque sabe horrible.

— ¿Quién quieres ser hoy, la virgen o la sargento?

—La causa de tu muerte.

—No lo creo, ninguno de tus amantes ha logrado siquiera acercarse a dónde estás. —saca la cadena con la que me azotó hace tres días.

—Hoy serás las virgen, así que dime, ¿Dónde está la fábrica del león?

—En su territorio.

— ¿Volvemos a las respuestas pendejas?—pregunta girando la cadena.

—Te estoy diciendo lo que quieres.

—Quiero las coordenadas.

—Búscalas, no seas floja.

Río cuando me lanza el primer azote o golpe, no sé cómo determinarlo.

—Tu querido primer secuestrador drogó a veinte de mis hombres y asesinó a los demás para sacarnos información y atacarnos, es justo que alguien pague por ello.

— ¿Y por qué no vas por su mujer?, yo soy una simple muerta.

—Ambas sabemos que la chica no es competencia para nosotras, no aguantaría ni el primer azote, además el león no está obsesionado como contigo, la hace llamarlo amo.

— ¿Y se supone que debo decir algo?—le pregunto cuando se me queda viendo a la espera de algo.

—Solo dime las coordenadas y ya.

La observo moverse hacia la caja que guarda todo tipo de objetos de tortura.

—Me place estrenar, espérame, no te vayas a ir—se burla subiendo por la escalera, sale del búnker dejándome sola.

Las torturas cada vez son peor, pero nada que no pueda soportar, o tal vez es solo porque llevo días, la cara no me la tocan, solo el cuerpo me torturan.

—Hola fénix —Yeong, el líder oficial de la mafia Japón-Corea se hace presente en lugar de su esposa.

—Si creen que pasando el tiempo abriré la boca están muy equivocados.