Capítulo 37

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Descubierta

Moscú/ Rusia

Dante Nielsen

Tal vez estoy pagando mi karma con su actitud de mierda, después de todo fue mi culpa, pero eso no quita que me moleste.

Duerme profundamente sobre mi pecho, lo cual también me demuestra que no está del todo a la defensiva, solo no quiere volver a caer.

Sé que me ama, no es solo egocentrismo o narcisismo, es su actitud lo que me lo dice, es lo que yo marqué en ella como ella marcó en mí.

Dormí mucho mejor que en años, y es tarde, pero verla dormir tranquila aleja todas mis ganas de levantarme, supongo que ella tampoco ha dormido muy bien con todo lo que pasa a nuestro alrededor.

Soy consciente de que su vida es mucho más difícil que la mía, pues tener que fingir en todos lados también es agotador, mucho más si estás rodeada de hombres astutos e inteligentes. Por eso se comporta así, no quiere mostrarse débil y estoy seguro que en cuanto se despierte se alejará, porque lo que quiere es alejarse de aquellos que la han dañado para poder ser feliz con su familia, lo que ella no sabe es que siempre estaré ahí, quiera o no. Sara es importante para mí y quiero verla feliz, pero si mi felicidad y tranquilidad dependen de ella no la voy a dejar ir, ni a ella ni a la niña que abre la puerta asomando su cabeza.

— ¿Funcionó?—susurra acercándose a mí.

—Si.

Sonríe satisfecha, Luna Gray no es la niña inocente que cree Sara, tal vez la niña le tenga mucha confianza, pero es lista y sabe decir y hacer lo que le conviene.

Conmigo se muestra como la niña indestructible que debe ser, planeamos que Sara se quedara conmigo, en especial ella que quiere quedarse aquí. Luna no es ni de sombra una niña ilusa, aunque se comporte como una niña consentida.

No quiero comentárselo a Sara porque entrará en arrepentimiento y querrá mandarla a terapia, pero la verdad es que Luna ha visto peores cosas que unos cadáveres, cuerpos que Sara esconde de ella. Actuó como si no hubiera visto nada, pero solo basta hacerle unas preguntas capciosas y analizar su actitud para saber que ella fue quién abrió la caja que contenía a su familia paterna decapitada.

Confesó que fue una gran impresión, pero que la ocultó y fingió no saber nada para que Sara no se preocupara, además ella le dijo que debía fingir, y eso hizo.

Muy inteligente para su corta edad, y manipuladora, claro que también es muy buena, pues le creo que lo hizo para evitarle problemas a su tía.

Jared por otro lado es muy inteligente, pero él es de aquellos que atacan desde lejos para evitar salpicarse, ambos tienen muchos puntos a favor y un gran futuro en el bando que elijan en el futuro.

— ¿Crees que quiera quedarse a dormir contigo hoy?—me pregunta mirando a su tía madre dormida.

—No lo creo.

—Tendremos que pensar en otra cosa.

Me sonríe cómplice, seguro que eso hace con todos aquellos que quiere que hagan lo que ella quiera, aprovechándose de su edad.

—El ministro le ha llamado y dejó el celular en la mesita.

Sé por qué está aquí, y no porque Luna me lo haya dicho, sino porque soy demasiado inteligente como para pasarlo por alto, solo estoy esperando la lealtad de Sara, esperando a ver cuándo me lo dice, si esperará hasta que algo salga mal o si lo dirá antes.

Me comencé a dar cuenta cuando aceptó, sí, intentó convencerme de que me negara, pero ya sabía de qué se trataba desde que quisieron hacer esa competencia en Londres y bajo ese nombré tan ridículo. Juntarnos es un buen plan, la verdad, pero el ministro está subestimando a sus enemigos, y eso lo llevará a la tumba.

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