Capítulo 13

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Condena

Dayana Álvarez camina frente al juzgado esposada con lágrimas escurriendo de sus ojos y con todos los ojos puestos sobre ella.

—Dayana Álvarez Méndez, acompañante y posiblemente pareja del Tiburón de la Mafia. —nombra la jueza mientras todos los participantes del caso permanecemos rectos con ropa formal, algunos con medallas en sus pechos relucientes, otros con solo una y muchos sin una sola por ser un ente judicial nuevo.

Todos tomamos asiento cuanto la acusada lo hace, mi puesto está justo detrás de mi capitán y éste detrás del coronel, estamos sentados por rangos y sectores mientras esperamos que el juicio de inicio y finalice.

—Dayana Álvarez Méndez, se le acusa por tráfico de drogas, lavado de dinero, asesinatos cometidos a personas inocentes y a 5 de nuestros soldados, encubrimiento a la mafia y trata de personas. —escucho atentamente mientras las lágrimas fluyen de los ojos de mi "sobrina".

—Yo no hice nada de eso—niega en vano porque reunimos todas las pruebas necesarias. — Todas esas atrocidades fueron cometidas por mi difunta tía.

—La difunta Virgen de la Mafia jamás se vio involucrada en trata de personas, ella planeaba todo antes de realizar cualquier hazaña según lo investigado, a diferencia de ti que actúas por impulsividad. —habla uno de los peritos, personas que aportan conocimientos especializados al caso.

—Ustedes no la conocían, yo sí y sé de lo que fue capaz.—habla exasperada a pesar de que su abogada le pide que se tranquilice.

—No estamos para hablar de muertas, estos delitos se te adjudican a ti, y como consecuencia se te dictaminará un tiempo tras las rejas del penal de máxima seguridad de la FSME, si cooperas con información verídica de la mafia, podríamos reducir tu condena, todo es cuestión de tu aporte.

—No hablaré—dice colocándose recta.

—Entonces procedamos con las pruebas, tu defensa y para culminar, tu condena.

En una gran pantalla colocan fotografías donde la descuidada figura de Dayana permanece cometiendo los delitos por los que ya la han acusado, da directo a su rostro, así que lo único que defiende su abogada son los 80 años de prisión que le adjudican.

—Es solo una jovencita, no puede permanecer tanto tiempo aquí, podemos llegar a un acuerdo para reducir su condena.—habla uno de los peritos que claramente está siendo corrupto.

—Al menos que hable, la condena no será reducida en lo más mínimo, es una decisión tomada por los altos mandos, incluido el ministro.

—Puedo hablar de mi tía.—menciona Dayana y todos quedan en silencio.

—Niña, esa mujer está muerta, cualquier dato de ella pasó a segundo plano. La única información que te puede reducir la condena es sobre el Tiburón de la Mafia y todo lo relacionado a sus negocios.

— ¿No quieren saber qué pasó con mi familia después de la muerte de mi tía y sobrina?

Los dedicados al juicio se miran entre ellos asintiendo hacia la jueza.

En cualquier juicio normal esto llevaría varias sesiones, pero para la FSME no es necesario, ya que son eficientes para su trabajo y Dayana es una criminal mundial.

—Habla.

—La muerte de mi tía nos afectó a todos, a unos más que a otros, claro. Todos a excepción de mi tío Didier y el papá de mi difunta prima nos fuimos a Rusia con Dante.

— ¿Eso que nos aporta?, si vas a hablar que sean cosas que sirvan.

—Yo no les diré nada sobre ellos porque me sentiría traidora, pero pueden ir a por mi tía Yesenia, después de la muerte de mi prima, mi tía y la reciente de mi abuelo quedó devastada, si le prometen ayudarla con la custodia de sus hijos y justicia para Sara, ella hablará.

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