Renovada 🔪

Capítulo 32

Daño colateral

Canciones aleatorias se reproducen a través de la bocina mientras caliento para empezar a patinar.

Me ato los patines y me deslizo en la pista acoplándome a ellos, haciéndolos míos.

Podría elegir una música lenta, pero estamos en un mundo de mafias, donde lo delicado no resalta tanto como lo extremo, si quiero ganar debo hacer una coreografía que resalte, que lleve rudeza que me caracterice, al igual que estos patines.

Comienzo dando giros, pero la poca práctica me lleva al suelo.

—Eso debió doler—me dice el mafioso mientras que yo me levanto del hielo.

Lo ignoro y vuelvo a intentar un giro hasta que sale bien, tomo carrera, he intento hacer un triple Axel, fallo y caigo al suelo de trasero.

Se ríe y hasta ese momento lo veo entrar en la pista acercándose a mí pero con patines puestos.

— ¿Qué haces?

—Como tu entrenador, es necesario que supervise y ponga ejemplo en tus entrenamientos.

— ¿Sabes patinar?

—Yo sé hacer todo.

Se desliza sobre el hielo con ligereza, como si no fuera el mismo hombre que golpea sacos de box hasta descolgarlos.

— ¿Y esos pantaloncitos?—río mirando su vestimenta de "patinador".

—Es el outfit de hoy.

—Esa es palabra de jóvenes, no de señores de cuarenta.

Me mira ofendido antes de darse la vuelta probando sus patines.

—Bien, pues empieza.

Blanqueo los ojos y reproduzco la música en el estéreo.

—No me gusta, otra.

Suspiro tratando de llenarme de paciencia antes de poner otra, la verdad es que a mí tampoco me gusta.

—Horrible.

Pongo otra.

—Horrorosa.

—Ya cállate.

—No estamos para Imagine Dragons, son buenos, pero todos pondrán de ellos y Shake it off.

—Shake it off es un clásico.

—Lo sé.

—Bien, ¿Qué otra propones?

— ¿Ese es el gordito de Gangnam style?— pregunta al escuchar la música.

—Eso creo.
—No es muy tu estilo, pero suena bien para una coreografía.

—Bien, muéstrame lo que tienes, belleza.

Uno, dos, tres.

Golpeo el hielo con mi patin marcando un ritmo antes de deslizarme y sonreír según sienta que la música lo amerite.

Me deslizo de izquierda a derecha y hago algunas piruetas, movimientos que deben tener nombre para profesionales, pero para mí no.

—Brinca más.

Me tomo mi cuello sin perder la sensualidad en un verso antes de darme una marometa y caer.

—Ese paso está bien, solo debes practicarlo.

Lo intento y de nuevo caigo de lleno al suelo.

—Lo piensas, no lo hagas, no lo analices, solo hazlo, el patinaje es un arte, si no lo sientes y no te arriesgas no lograrás nada.