Capítulo 3

401 29 2
                                    

Misiones y combates

Camino entre las mujeres que aporrean las puertas de la iglesia.

«Feministas»

Mi primera misión seria en la FSME, parecía más fácil cuando el coronel dio la orden antes de partir de momento

"Alejar a las mujeres que impiden la entrada a la iglesia"—Esas fueron sus palabras, con lo que no contó seguramente es que las mujeres vinieran encapuchadas, con tubos y con bombas de humo.

No estoy en Inglaterra, estoy en México por órdenes del general, ya que en estos momentos Lizeth está junto a su tropa estudiando el perímetro de la supuesta casa de Daniel Evans, quisiera decirles que ese terreno no existe pero debo dejarlos hacer su trabajo.

Las mujeres se empujan entre ellas para llevar fuera de sus límites a los oficiales de la DDS que se cubren con sus escudos.

Nadie hace ademán de hablar, sólo se unen para evitar que las mujeres irrumpan la iglesia, yo sé que ellas tienen un motivo, pero nadie pregunta, sólo las juzgan e insultan provocando más ira por parte de ellas.

Somos pocos de la FSME, sólo 5 agentes, mujeres para ser exactos, supongo que lo hicieron así para frenarlas, Amalia, Scarlett, otras dos sargentos y yo.

Tomo el megáfono con el que hace un momento un oficial habló y me subo a la patrulla llamando la atención del grupo de mujeres.

— ¿Qué es lo que sucede aquí, por qué atacan?—saco mi duda pero sólo recibo empujones que me hacen tambalearme sobre el coche.

Irónico sabiendo que estas mismas mujeres estuvieron en mi supuesto funeral.

—Queremos justicia, todas buscamos eso—una mujer grita en medio del ajetreo.

—Somos agentes especiales, si me dicen cuál es el dilema podemos ayudarlas, somos mujeres y estamos para apoyarlas—señalo a mis compañeras.

La que parece ser la líder pide calma para los empujones que dan al coche y me bajo de este quedando frente a ella, le saco una cabeza por lo cual tiene que alzar su cara para mirarme a los ojos.

—Esos hombres que se hacen llamar curas violan pequeños, en especial niñas— explica mientras unas siguen yéndose a los golpes con los oficiales.

—Lo único que buscamos es justicia para esos pequeños, que los hagan pagar, hemos ido a la DDS y nadie hace caso, nunca parecen prestarnos atención hasta que llegamos a esto.

—Pueden retirarse, te doy mi palabra de que nos haremos cargo, no hagas esto más grande, nosotros seremos quienes actúen para hacer pagar a estos cerdos.

— ¿Cómo confiar en tu palabra? Todos son unos corruptos.

—Sé lo que se siente ser violada y no hacer justicia, tienes razón al desconfiar de la policía porque todos son una bola de corruptos, yo sufrí acoso y jamás hicieron nada, y por eso mismo no voy a dejar que pasen por lo mismo, no somos la DDS ni el FBI, somos algo mejor, así que tienen mi palabra, solo denme un mes, un mes y desenmascaro a toda esta red.

—Bien, hay algo en ti que nos causa confianza, no nos defraudes.—dice, pero en realidad se retiran porque los policías han comenzado a sacar sus armas, aunque matar civiles sea un delito en este país.

—Cuentan conmigo. —prometo.

Necesito mínimo un mes, para organizar un plan, el permiso del ministro y la acción para acabar a toda esa mierda de gente, por el bien del ministro espero me la autorice, de lo contrario haré justicia por mi propia mano.

Renovada 🔪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora