Renovada 🔪

Capítulo 36

Arranque

Recorro la pista de hielo sintético con mis patines, hago piruetas, giros, trucos y me deslizo con furia, lo hago para liberar tensiones y sirve, aunque el hielo se desgaste.

Música melancólica suena a través del estéreo que Didier me ayudó a colocar hace días antes de partir a México de nuevo, hemos quedado de acuerdo en que no debemos tardar en contactarnos.

Cuando me tome la FSME lo pondré a cargo del hospital militar, no voy a separarme de mi hermano otra vez, sé que en México no corre peligro por estar en buenos términos con Daniel, pero aun así quiero estar en la vida de Alan y Emily como lo estuve en la de Luna y Jared cuando eran pequeños.

Deslizo mis piernas dando giros, he preferido entrenar sola para que Dante no sospeche y crea que hago una rutina verdadera, improvisaré como lo pedirán en la competencia, pero lo haré a mi manera, tengo algo planeado.

Tomo el palo de madera que me ayuda a mi entrenamiento y comienzo con trucos que quiero realizar y que practico por días junto al aro de metal.

Seco mi sudor con una toalla pequeña y tomo mi celular para mandarle un mensaje a Leonardo.

Pide vacaciones para

dentro de dos semanas.

Leo:

¿Para?

Iremos a una playa

¿Con Dante?

Sí.

Eso no está bien
para mi seguridad.

Te metiste con la mano derecha

de Daniel Evans,

y cenamos con ellos,

¿Cuál es tu miedo con Dante?.

Que se ponga celoso
y me meta un tiro.

Al menos Daniel sabe

que soy "maricón".

Creo que Dante también.

Bueno, veré si
me las dan.

Espero que sí.

Camino fuera de la pista saliendo al área de entrenamiento donde esquivo un cuchillo lanzándome al piso con el corazón acelerado.

— ¡Te atravesaste!—me reclama Jared como si no hubiera estado a punto de morir.

—Pensé que seguían dormidos.

—Dante nos ha levantado temprano para salir a correr.

Me levanto del suelo con ayuda del mencionado y sacudo mi falda.

Me pongo a un lado de Jared, pero Dante me hace para atrás.

—Tú debes practicar más lejos.

Me lleva hacia otra área donde me espera un caballo color plomo.

— ¿Qué es esto?

—Practicarás tiro.

Frunzo el ceño.

—Montando a caballo.

—Nunca he montado a caballo por más de cinco minutos y esperas que tire subida en uno.—le digo como si estuviera loco, aunque de hecho si lo está.