Renovada 🔪

Capítulo 47

El regreso

La primera vez que atenté contra alguien asesiné a 4 tipos con tiros certeros el mismo día con tal de salvarme, y desde que mi dedo jaló ese gatillo a los 16 años supe que nada volvería a ser igual, días después supe que iba a ser buena para eso aunque no me gustara aceptarlo, aunque me decepcionara a mí misma y a mi familia.

Hoy, a mis 22 años me digo que estoy lista para defenderme como cuando lo hice por primera vez.

Corro a mi torre buscando algo para comer, me tomo una Coca-cola que Amalia guardó en el refri para subir mi presión y me como un paquete de galletas de la mesita.

Me quito mi ropa sucia y maloliente y me coloco mi desodorante, me coloco el uniforme de entrenamiento sin la camiseta y un chaleco antibalas, el cinturón de mi muslo derecho lo aprieto y lo lleno con dos pistolas y dos cuchillos, el del muslo izquierdo con granadas y cargadores para las pistolas.

Me vendo el brazo después de echarle agua a mi herida y me lavo la cara, miro los golpes gracias al espejo del baño y me hago una coleta alta.

Tomo mi subfusil debajo de la cama y me lo cuelgo en mi hombro.

Ato mis botas y salgo del cuarto guardando cartuchos de balas en las bolsas de mi pantalón.

Respiro y me preparo para lo que viene.

Troto para salir de la torre y al abrir la puerta la pulsera que me hizo la señora de la playa se me atora y se deshace completa, solo dejando un hilo.

La pérdida ya fue, Jorge era la pérdida que dijo...

Salgo de mi asombro con la bala que rompe una ventana del edificio.

No sé a quién carajos debería apoyar, y por ello me voy contra los que no son de ninguno de mis bandos, todos traen el logo de la organización en sus ropas o pañuelos.

Corro hacia donde la cámara estaba filmando y lo veo adelante de dónde estaba hace un momento, siente mi mirada y me sonríe por segundos antes de detallarme.

Corro a su lado y acepto el abrazo que me da.

—Yesenia, ¿Dónde está?—le pregunto.

—Está en un avión rumbo a Rusia, el Boss la dejó con su mujer y bueno, ya debes imaginarte cómo terminó el asunto.

—El ministro me cazó en el bosque todo el día.

—Lo sé, ambas mafias incendiamos y explotamos cosas para desviar la atención, pero ese maldito no se movió de ahí, lamento no haber llegado a tiempo belleza —me acaricia la mejilla.

—Me torturaron allá adentro.

—Lo imaginé, ¿Cómo lograste salir?

—Recibí ayuda inesperada.

Preparo mi subfusil apuntando.

—Voy a matar a esos hijos de puta, mataron a Jorge y su muerte será vengada como la de Joselyn.

—¿A Jorge?

—Mi hermano mayor.

—Lo siento, belleza.

Asiento y lo miro a los ojos.

—Ganamos la competencia y vamos a ganar esto.

Asiente y a lo lejos miro al Boss apuntandole a Jason mientras los de la mafia del león le apuntan y la del pegaso regresan el ataque.

—Tengo que ir—le digo y asiente.

—Necesito que te cuides, belleza, debes abrir el paso, quita a tu gente de los edificios, nos adueñaremos de la FSME.