[ Mala Fama ] (GoldFred)

[🖤 29 🤍]

    Al día siguiente, trato de pasar un día con su familia y la tía abuela, la cual por alguna extraña razón seguía sin irse. El papá propuso que estuvieran en la sala de cantina para que pudieran jugar los hermanos mientras el discutía de la rara estadía de la mujer en su casa.  

— ¿Crees que se vaya pronto? —pregunto Golden— La otra vez estaba teniendo un bello momento con Freddy y nos interrumpió —bufo— Ya casi es su cumpleaños y aún no se que regalarle —

— Oh cierto —suspiro— Fred también cumple años... Tampoco se que darle, su amigo Owynn me dijo que cosas que le fueran útiles. ¿Tienes idea de algo? —

— Mmm... ¿Un reloj?, ¿Pulseras?, Le gusta pintarse las uñas así que tal vez un barniz o algo así —

— Me agrada la idea —

   No tenían mucho de que charlar hoy, así que directamente fueron a la sala donde platicaba su padre y la mujer, eran curiosos y sobre todo Golden un chismoso así que fueron a revisar que siguieran vivos. No eran temas tan importantes más haya de la empresa y un poco de la familia, hasta se habían arrepentido de ir.

— Me iré mañana, solo quería ver a mis "nietos", pero nunca están en casa, sus novios sus novios y ya —

— Son adolescentes, es normal que quieran estar con gente de su edad y estar en intimidad —refiriendose más a privacidad general.

— El lado bueno es que un embarazo inesperado no te puede salir —

— Bueno, ellos están bien y eso es lo que me importa —

— Ay, recuerdo cómo eras con Aurora... Querían estar todo el tiempo juntos —sonrio— Aurora siempre hablo maravillas de ti y de sus hijos... Hubiera sido feliz con solo verlos crecer — abrazo sus brazos ante el nostálgico recuerdo— Estoy segura que sonríe donde quiera que esté —

— La extrañamos, pero aún así no podemos olvidarnos de nosotros y bueno, se hace lo que se puede —

    Nada más relevante, los menores sintieron nostalgia y decidieron dejarlos charlar, volviendo a la zona de cantina Golden recibió la llamada de su novio y contesto feliz apodando al trigueño de mil maneras diferentes, al punto que nos sabía si describía una comida o a una persona, pero entre su charla se le olvidó que estaba allí y simplemente se fue a su habitación, bufo molesto, quería platicar de algo con su hermano pero ahora estaba solo con varias botellas que no tomaría, tenía que cuidar su salud.

    Pero tal vez si estaba un poco tomado podría entrar en confianza con el tema que le menciono ayer Fred, necesitaba un desahogo. Se acercó a las botellas y destapó una en particular fuerte, antes de servirlo en una capa su celular que dejó en la isla sonó, desistió de beber y tomo el aparato, casualmente era su querido ligue. Quería escuchar sus temas controversiales del día así que se sentó a escuchar.

(..)

    Ya habían pasado casi dos horas, la señora Amalia fue a la cantina, primero fue a dónde su primer nieto sobrino que estaba agusto jugando videojuegos en su consola con sus amigos y su novio, quería hablar con Gadiel en especial por lo que pasó cuando llegó días anteriores pero al entrar nuevamente lo vio hablando por el teléfono, había una ventana a la cual se asomo para ver qué podía escuchar, no mucho después Henrick llegó para recargarse en el marco junto a la mujer.

— ¿Aún no termina? —cuestiono el adulto de cabellos rubios.

— Lleva horas ahí —la mujer tomo del vaso de whisky de sus manos— ¿Siempre es así? —

— No, de hecho Gadiel es menos exagerado que su hermano, si uno puede hablar una hora el otro se está el día entero —se reincorporo colocando las manos a su cintura— Me da gusto que sea así, se nota bastante feliz de escuchar... porque lo que he notado es que el otro muchachito es el que más habla entre ellos... Con Gabriel hay más un equilibrio, claro, quitando que la mitad es apodo de cóctel de fruta —