[ Mala Fama ] (GoldFred)

[ 🖤 24 🤍 ]

     Durante la comida Fred utilizo los cubiertos de la manera más sofisticada posible. No es que fuera torpe en eso, simplemente algunos riquillos eran muy exigentes en eso y más con esa mujer. Nunca le dijo nada, de hecho sentía que lo juzgaba con la mirada al igual que hacía con Gold, sin embargo podía ver qué su chico estaba acostumbrado a ser ese ser perfecto para todos y tal vez se había puesto inseguro con esto. Bajo la mesa tomo su mano y se miraron, le sonrió tratando de mostrarle que todo estaba bien para él. Al final del día ya muy tarde, tuvo que irse a casa, Gold lo acompaño al vehículo que lo regresaría. Tomo sus manos mientras sonreía.  

— Nos vemos Fred —musito el albino— Cuídate en tu viaje y cualquier cosa me avisas —

— Si voy a ser tu novio... Deberías aprender a despedirte ¿No? —paro sus labios para que entendiera.

   No puso peros, también quería besarlo en forma de despedida. Se animó y acercó su boca besándolo, Fue especial, había cariño en ello y al separarse no había ningún estrés a su alrededor.

— No le vuelvas a robar el pan a mi tía abuela —

— Era el último... Y ella puede comparar más de eso —rodo los ojos con diversión— ¿Se quedará mucho tiempo? —

— Una semana creo —miro a a ventana, la mujer observaba. Poco después regresó su atención al menor— Llámame cuando llegues para saber que llegaste bien —

— Lo haré, se cuidarme solo, soy un niño grande —sonrio coqueto— Bueno... A lo mejor preocúpate un poco, si no me concientes me escapó —rio.

    Mientras tanto Amalia observó la escena desde la ventana junto a Henrick quien se quedó en silencio, vieron al joven azabache subirse al auto e irse a su casa, podían notar el ambiente diferente que emanaba de Gold cuando ese niño estaba presente, se quitó la chaqueta que llevaba puesta y la mujer mayor le ayudo.

— Ese chico es atrevido... Me agrada —Gold la miro perplejo, no esperaba ese comentario— Es todo lo contrario a ti... Tal vez eso necesita tu vida —

— No entiendo —tomo la chaqueta que le ayudo a quitarse para colgarla en su brazo.

— Si no sabes defender tu postura, caerás fácilmente ante cualquier ofensa —suspiro— Gadiel, no eres perfecto y nunca lo serás... Nadie lo es, deberías dejar de actuar como un adulto. Eres un adolescente, debes hacer tiempo para tus amistades, para la vida social y el amor —nuevamente, el albino ladeo la cabeza— No me importa que crean que soy mala, se porque hago las cosas Gadiel... —

   Un sirviente llegó a indicarle a la mujer que su té estaba listo, así que ella asintió, invito al par a ir con ella lo cual aceptaron, platicaron un poco de asuntos familiares y los avances en la terapia de Gold, nada que la familia desconociera. Al final, antes de dormir Gold recibió una llamada, se disculpo para retirarse a un lugar privado como la sala, Amalia le dijo a Henrick que escucharían un poco, aún que el mayor no estuvo de acuerdo también tenía algo de curiosidad ya que no le había hablado mucho del chico y no lo conocía tanto.

— ¿Hola? —cuestiono Gold.

— // Hola bebé, acabo de llegar a casa. Dios tu tía es extraña y mamona. Es rara // —

— No es por alguna mala razón —

— // ¿Seguro? Ja. Bueno, me divertí mucho de ir a tu jodido laberinto al que llamas casa, deberían poner un croquis en la puerta o contratar guías personalizados. Digo, que coño con los requisitos que piden para solicitar trabajo // —

— Vivo aquí desde que soy niño, conozco bien la casa así que... Tal vez es la costumbre —

— // Invitame seguido para que me acostumbré // —solto una risita tranquila para luego oírse como si se tumbara en una cama— // Gold... Estoy agotado, pero me gustó mucho ir a verte, me divertí mucho // —