Aiden daba vueltas en la habitación, Meliza leía un libro mientras que Elena mantenía su mirada color esmeralda clavada en el techo del lugar, sumida en sus propios pensamientos.
—¡Mierda! ¿No deberían habernos avisado algo ya?—gruño el chico de cabello blanco como la nieve, mientras se dejaba caer finalmente en un mullido sillón.
Las dos mujeres volvieron sus miradas hacia él, fue Meliza quien abrió su boca con el fin de soltar algunas palabras que hicieran enojar al ladrón para lograr distraerlo unos minutos más, cuando su celular sonó.
Al instante, la mujer de cabello color vino respondió, mientras la atención de Elena y Aiden se deslizaba hacia ella.
La hermosa mujer habló durante varios segundos antes de colgar.
—¿Y bien?—preguntó Aiden un segundo después, sintiéndose incapaz de permitirle respirar un segundo antes de interrogarla.
—Era Dorian—comenzó a decir ella—. Lograron recuperar a Daphne,la policía ya está en el lugar, sin embargo, antes de que ellos llegarán hubo un enfrentamiento entre Luca y Erick.
La Diosa de oro y el chico de cabello color nieve contuvieron la respiración, mientras un puño se cerraba alrededor de su corazón.
»—Luca está bien, pero en el proceso hirió de muerte a Erick... Dorian lo envió para acá antes de que llegue la policía y se hará pasar como el disparador.
Las palabras volaron en el aire y se deslizaron en la mente de ellos dos, mientras que el temor comenzaba a aligerar la mochila que cargaban en sus espaldas.
»—Daphne está bien, la están revisando unos paramédicos pero Dorian la traerá aquí con el fin de que esté más cómoda.
—¿Qué necesita?—preguntó Elena, incorporándose de su lugar con suma velocidad.
La hermosa mujer de cabello color vino la observó durante varios segundos antes de aceptar encomendarle aquella misión, notando que en sus ojos aún se escondían las sombras de la culpa y vergüenza.
—Necesita ropa cómoda y holgada, gasas y medicamentos que le recetaron los paramédicos... te puedo hacer una lista si quieres—ofreció ella con media sonrisa, el máximo de amabilidad que Elena lograría extraer de la dragona roja.
—Si por favor—agradeció Elena, sin ocultar la sonrisa de alivio y alegría que se dibujaba en sus facciones.
Aiden se puso de pie, sonriendo ampliamente a las dos mujeres mientras su mente comenzaba a organizar la bienvenida que le daría a su nueva "hermana".
—Ya que Elena se encargará de traer las cosas necesarias—comenzó a ronronear el chico de cabello color nieve—, tu querida Meliza me ayudarás a organizar una cálida bienvenida para mí nueva hermanita... estoy ansioso por conocerla y agradecerle por hacerme conocer a Dorian.
Las dos mujeres observaron el rostro lleno de alegría y amor del chico frente a ellas y no pudieron negarse a tan dulce petición.
—Está bien, muñeco de nieve ¿Que necesitas?—ronroneo la hermosa dragona roja, aceptando aquella idea.
Aiden sonrió con alegría antes de comenzar a explicar su plan.
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El hermoso chico de cabello blanco como la nieve y mirada color océano llevaba alrededor de veinte minutos solo en el lujoso departamento, no podía salir de allí, por lo que se dedicó a preparar un delicioso pastel de bienvenida.
Estaba preparando la masa cuando escucho el pestillo de la puerta principal abrirse de forma abrupta.
—¿Conseguiste todas las cosas Meliza, o tu huesudo trasero se cansó de buscar?—ronroneó él sin levantar la vista de la masa.
—¿Con qué conoces a Meliza... ¿Trabajas con ella?— ronroneó una profunda voz masculina.
Al oírla, Aiden levantó su rostro de forma abrupta encontrándose con cinco hombres armados hasta los dientes, aproximándose a él con pasos decididos.
No los conocía en lo absoluto, sin embargo ellos sí conocían a Meliza y su trabajo, por lo que él dedujo una simple respuesta.
Pertenecían a la agencia "Besos de Medianoche".
El no era ningún tonto, sabía perfectamente porque estaba allí, era cuestión de sumar cabos sueltos para comprenderlo.
Buscaban a Luca, quien llegaría allí en cualquier momento.
Por lo que él respondió, sin un ápice de temor en su voz.
—Si—una simple, clara y firme respuesta.
El hombre más robusto, esbozó una media sonrisa mientras se aproximaba un paso hacia el.
—¿Cuál es tu nombre?—ronroneo, con su mirada almendrada clavada en él como dagas.
Aiden respiró profundamente, sabía lo que ocurriría y no tenía miedo, de todos modos su destino ya estaba sellado, ellos no se irían de allí dejando cabos sueltos.
—Mi nombre es Luca Lee—escupió Aiden sin vacilación.
El robusto hombre esbozó aquella sonrisa arrogante, similar a la de un gato con un pájaro entre las fauces.
—Perfecto—soltó el, antes de dar la orden.
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Besos de Medianoche 2: Caos
RomanceLa agente Daphne Moon es secuestrada por el obsesionado investigador privado, Erick Sowler. Dorian y Luca comienzan su desesperada búsqueda mientras lidian con la llegada de Aiden y la cacería de la agencia, quienes buscan al exiliado agente por inf...