Tomatepulga.

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— ¿STEVE?, ¿Qué haces aquí ?— la emoción era tanta que sentía que el corazón salía de mi pecho, Hace años que no veia a Steve y nunca pensé que su llegada iba a llenarme un poco más de luz, así que con el esfuerzo que pude lo abracé.

— Sí pulga, el sentimiento de felicidad por vernos es mutuo , —No es que no confíe en Dalit, pero acepto que estoy un poco celoso de la cercanía de sentimientos que tiene con mi hermano, ¿y si ahora que está Steve aquí ella se aleja de mí?, después de todo nunca dijo abiertamente que me amaba, o sea sí pienso pedirle matrimonio, pero y ¿si no me ama? o ¿si me deja de amar?, no lo soportaría ella es lo más preciado.

— Dal, mi querida pulga, hace tiempo que no te veía y la verdad me preocupé demasiado cuando me enteré que estabas en el hospital, menos mal todo está bien, debemos hablar de muchas cosas así que vamos escupe datos importantes.

— Dalit Stewart ni siquiera había notado mi presencia por culpa de Steve, nunca me había ignorado de una manera tan dañina, me lastimó demasiado eso pero solo me queda hacerme como si no me ha dolido, al fin y al cabo ya lo veía venir, pero mi corazón aún así se quebró.

— Hay tanto que deseo contarte Steve, pero empezaré por lo más importante, ¿sabes que soy tu cuñada?, no oficialmente pero es un camino que se tomará ya sea ahora o más adelante, depende de tu hermano.

— ESPERA, mi mente no podía asimilar lo que había pasado, ¿me lo imaginé? o ella si dijo lo que la escuché decir, eso hizo que mi en mi estómago hubiera una gran revolución y que mi corazón latiera rápidamente y con fuerza.

— Vaya, es algo que ya se sabía Dal, desde el momento en que te defendió cuando eras una niña se veía venir que ustedes dos a parte de una relación iban a llegar a casarse.

— ¿Qué cosas dices?, el matrimonio es una decisión muy importante que si cierta persona quisiera tomar, me haría la mujer más feliz del mundo. — No estoy preparada para el matrimonio, sinceramente me aterra, miles de preguntas pasan en mi cabeza, ¿si no soy suficiente?, ¿si a mitad de la vida lo aburro?, ¿si solo fue una decisión por que estabamos felices?, no quiero ser madre soltera, no por que eso este mal, si no por qué se el sufrimiento al que está expuesto  un menor solo por no tener padres unidos y más si no se conoce a uno de ellos, no no quiero ese tipo de fracaso en mi vida, no estoy lista pero tampoco quisiera perderlo por no saber superar o perder el miedo.—


— Dalit,  parece un poco perdida, me gusta y me preocupa cuando hace eso, su mayor enemigo es su mente, suele pensar mucho y eso la lleva a recordar cosas que no son buenas, no es por presumir o algo así pero sé que sus mejores momentos los ha vivido conmigo, eso me hace sentir orgulloso de mí, he hecho feliz a la mujer que amé toda mi vida, nuestra relación es un ejemplo de perseverancia, ella siempre dice que amarla es lo más dificil de la vida y  muchas veces pide perdón por eso, si supiera que amarla es lo más hermoso que alguien puede experimentar, yo también tengo traumas del pasado y ella ha tenido que lidiar con eso, ella es lo mejor del mundo, ella es todo lo que necesito.

—Lamento sacarlos de sus pensamientos tortolitos, pero debemos dejarte descansar pulga, solo una pregunta ¿ se comunican telepaticamente ? o ¿solo es en las peliculas que las parejas hacen eso?

— Vamos steve, matas el momento de amor.

— cuando quieras hermanito, te enseño como se corteja a una dama, tal vez seas guapo, pero yo yo las mato solo con la mirada, las mujeres mueren por mi solo con verme, ya sabes a quién puedes pedirle consejo, soy todo un cazador.

— Ya Steve vete, ya afuera te alcanzo solo quiero despedirme de Dal.

— claro, les doy su espacio, fue un gusto volverte a ver pequeña pulga, cuidate eh y sigue cuidando de mi hermano.

—El gusto es mutuo Steven, tu hermano está en buenas manos.

— OYE!, Pequeña pulga sabes que mi nombre sin la n suena más cool, no hagas eso, lo galán se va.

— Vamos Steve lo galán lo tienes siempre, pero por favor puedes largarte ya, enserio haces un mal tercio hermano.

—oye tranquilo, ya me voy, los veo luego en casa.

— Oye, eso no fue muy cortés de tu parte, Jensen.

— estás enojada lo sé, pero mi hermano siempre está, no entendía mis indirectas.

— Cariño, no nos veiamos juntos hace tiempo, es muy normal que no quisiera irse de nuestro lado, pero si es bonito tener privacidad.

— El doctor dijo que ya te irias pronto, así que si todo sale bien esta noche, mañana estarás con nosotros en casa, digo nosotros por que Steve se quedará por mucho tiempo.

— Eso suena bien, en lo que va del año escolar creo que solo he ido el primer día de clases, los parciales ya están cerca y no sé que será de mi.

— Tranquila, puedes hacerlos en casa, sabes que no te dirán nada.

— No quiero que todos piensen que soy especial o que juzguen el trato que me dan en el colegio.

— Todos piensan que eres especial, por que enserio eres especial.
— Jensen, — no pude evitar sonrojarme, él me hacía inmensamente feliz, no sé que sería de mi si alguna vez me llega a faltar, toda mi vida o lo más importante parte de ella ha estado al lado de él, es mi primer amor y puede que sea el único, eso espero.—

— Sabes si sigues sonrojandote tendré que cambiar tu apodo a tomatito, o tomatepulga, me gusta más el segundo es muy original.

— OYE, puedes dejar de pensar en ponerme apodos.

— Sabes que te gusta que lo haga.

— Quién sabe.

—  Ven pulga, ya todo va a mejorar, ya sufrimos mucho es hora de ser felices y podernos amar.

— Sí, ya es hora caramelito.




Si Tan Solo Nosotros Existiéramos... (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora