Capítulo 3.

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El clima frío, nublado casi triste no daba mejora a su duelo. Las clases distraen su mente, pero, las miradas constantes la hacían regresar a la realidad que estaba viviendo. Odiaba como la miraban los pobladores, como susurraban cuando pasaba. Los llantos de su padre también la hacían más vulnerable.

Intentaba distraerse con la tarea o acomodando su habitación, pero el dolor era tan profundo que le rogaba no hacer nada solo sentirlo.

No sabia como de tenerlo todo la vida le había dado un puñetazo quitándole lo que más amaba de una forma lenta, dolorosa, traumante. Era la peor forma de morir porque la enfermedad no solo te consumía a ti, sino también a la familia que rodeaba, los planes que cancelaba. Las estadísticas no eran reales porque solo postergaron una muerte dolorosa.

Suspirando cerró el libro de química, mirando por la gran ventana. Otra tormenta de nieve estaba azotando con fuerza e incluso un poco más porque su casa se encontraba en medio de la nada. Entre Jackson, Lander y Wind River. Sus padres habían comprado las tierras, estando cerca de los pozos petroleros de los Parkinson.

Se alejó de la ventana, bajando para comer algo. Su padre estaba en su dormitorio, seguramente llorando todavía. Pansy había perdido a su madre, pero él, él había perdido su alma, su amor, su mitad. Ella lo entendía a la perfección.

Ceno cualquier cosa, recostandose de nuevo para dormir. Solo hacía eso, dormir. Desearía poder llorar,poder sacar todo lo que sentía pero solo el odio, negación y el frío era lo que podía sentir.

Pasó la noche, despertando un día más por desgracia.

Se levantó, preparó el desayuno para ella y su padre pero él nunca bajó.

Tomo su mochila y una chaqueta en caso de que una tormenta atravesará el pueblo. Manejo con cuidado de no tener un accidente por las calles cristalizadas.

Antes de que su madre enfermara amaba ser el centro de atención. Era hermosa y lo sabía muy bien. Podía tener a quien quisiera. Tenía dinero, viajes, amigos y fiestas. Ahora odiaba que la miraran. Quería gritarles porque la miraban tanto que no sabían quién era. Si, había perdido a su madre pero eso no le daba el derecho a nadie de querer saber más.

Se dejó caer en la parte trasera del aula. Sacando su libro de historia. La profesora McGonagall era una mujer amable, la entendía muy bien sin conocerla. No fue difícil imaginar que fue la maestra favorita de su madre, era evidente por ese brillo y mirada de dolor que le regaló al verla.

El aula estaba decorada con la bandera de los Estados Unidos, montañas, distintas biografías y grandes ventanales que regalaban la vista de las montañas y las casas aledañas a los pueblos.

Miró a los alumnos entrar. Malfoy, Greengrass y Nott. Los había conocido en el funeral. Eran amables. Le sonrieron con amabilidad, sentándose frente a ella. Los asientos se llenaron rápidamente para desgracia de un grupo de tres amigos que tuvo que separarse. En él estaba la chica cazadora.

¿Cómo se llamaba?

— Hola. ¿Puedo sentarme? Normalmente nunca llego tarde pero hubo un accidente horrible y tuve que...

— ¿Me acabas de conocer y ya me estás contando tus problemas? Solo sientate. Me da igual.— Pansy se giró a mirar por la ventana, escuchando un leve "oh" por parte de Malfoy y Greengrass además de otras personas, quizá los amigos de ella.

Les pidió callarse, abriendo la silla para sentarse.

De reojo la observo. Llevaba jeans negros, sueter blanco con franjas negras, bufanda del mismo color ademas de una chaqueta. Su cabello estaba liso. Sus uñas deben haber sido arregladas hace poco pues lucían brillantes y de un color rojo. tal vez hacía eso con regularidad teniendo en cuenta que andaba por ahí matando animales.

Cold River- PansmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora