Capítulo 7.

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Pansy miraba su tazón de cereal a medio comer mientras revisaba su teléfono celular con las últimas noticias. Habían pasado cerca de dos meses de la muerte de su madre y un mes de la última vez que intentó hablar con su padre. Sus nombres aún figuraban en algunos principales portales de noticias acompañado de titulares acerca del futuro cargo de las empresas Parkinson.

Llegó el mensaje de buenos días de Hermione. Sonrió al verlo, tecleando rápido al escuchar los pasos de su padre. No quería hablar con él aun estaba molesta y decepcionada. El tampoco quería verla.

Tomó su mochila, su abrigo, su teléfono además de sus llaves para salir de casa. Se quedó en silencio tras la puerta para escuchar como su padre ya se movía con más confianza por la casa. Negó con su cabeza, bajando las escaleras cubiertas de nieve con sus costosas botas.

Saludo a los guardias de seguridad con una sonrisa, entrando a su auto. Condujo con mucho cuidado debido a que las tormentas estaban a la orden del día. Estaba comenzando a sentir un poco de apego por el pueblo, disfrutando de la nieve y las montañas que se podían ver a lo lejos. Detestaba a los residentes por lo entrometidos que era pero de eso no se quejaba tanto ya que era lo mismo que en New York.

Estaciono su auto en la zona que normalmente lo hacía. Desde la ventanilla de su auto pudo observar a Hermione recargada en su auto con sus mejores amigos a cada lado. La castaña reía de algo que había dicho el pelirrojo.

— Hey, hola.— Hermione la vio con una sonrisa.

— Hola. ¿Cómo están?—. Se animó a preguntar a los cuatro chicos.

— Bien. — Sonrió la pelirroja. — Soy Ginny. Ese es mi hermano Ron y nuestro mejor amigo Harry.— Presentó. Hermione se salió del medio círculo que habían formado para detenerse al costado de la pelinegra.

— Es un gusto conocerte.— El chico castaño subió sus lentes con nerviosismo.

— El gusto es mio.— Murmuró mirando como Ron no apartaba su mirada de ella.

— Yo... Si, si. Es un gusto. No parabamos de hablar de ti.— Pansy alza su ceja.

— Ron, callate.— Hermione le ordena rodando sus ojos.

— Todo el pueblo lo hace, pero creo que soy al que más le gusta.— Se acomodó mejor su chaqueta dándole un guiño a Pansy. Escucho a Harry y Ginny reírse de él mientras ella bajaba la mirada con una leve sonrisa. Hermione no se rio en absoluto. El chico pelirrojo le parecía muy atractivo. Ojos preciosos, cabello arreglado, pecas en sus mejillas que podrías besar sin problemas además de su piel pálida. Su altura era deliciosamente alta que entraba en los estándares de belleza que tenia  la chica de ciudad.

— ¿Gracias?—. Se lo preguntó con el ceño fruncido. Se giró para ver a la joven más baja. Su cabello estaba alborotado y no llevaba su beanie. Su abrigo ahora era de color gris, podia verse un sueter de lana rojo. Sus jeans negros, sus botines y su bufanda hacian un buen atuendo.— Granger ¿Quieres ir conmigo al salón?—. Le preguntó a su nueva amiga.

— Si, está bien. Los veo luego chicos.— se despidió de sus amigos. Los chicos le dieron asentimiento antes de dejarlas caminar.

— Son lindos tus amigos.— Le dice mientras caminan entre los estudiantes que estaban en el estacionamiento.

— Son buenos.— Murmura.— Creo que eres el crush de Ron.— Alza su ceja.

— Soy el crush de muchos.— Se encoge de hombros la pelinegra, abriendo la puerta para que Hermione pase primero.

— Me estas quitando mi lugar.— Juguetea la chica castaña, sonriéndole mientras caminan. Los estudiantes aún se asombraban al verlas juntas. No podía descifrar si era porque era egocéntrica con todo el mundo o porque Hermione no se desenvolvió con nadie que no fueran los dos pelirrojos y el castaño.

Cold River- PansmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora