Capítulo 29.

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Se quedó en la orilla de la cama intentando entender qué era lo que estaba pensando. La pelinegra no se movió, le dio su espacio esperando que pudiese contarle que era lo que estaba ocurriendo.

— Lo siento. — Le dijo en voz baja mirando sus dedos.

— No tienes porque disculparte. — Respondió la pelinegra.

— Tu querias.— Murmuró.

— Y tu no.— Dijo.— No es no. Estoy completamente bien con ello y puedo entenderlo.— Se sentó al lado de la cama.— Lo que no entiendo es que pasó de un momento a otro. Fue... ¿Fue un ataque de pánico?—.

— Si. Hace mucho que no tenía uno así. No puedo comprender que paso. Deben ser las fechas.— Pansy asintió. Su mano se deslizó por la sabana tocando la rodilla de Hermione.

— ¿Porque no te das un baño caliente? Eso me relaja mucho. Iré a prepararte un té y podemos dormir o simplemente puedo dejarte dormir. Como tu te sientas cómoda.—

— Solo... Solo quiero dormir. ¿Puedes quedarte?—. Pregunto.

— Lo que necesites.— Asintió. La pelinegra se puso de pie, buscando en su armario pijamas para las dos. Le entregó uno a Hermione dejándola ir al baño de la habitación para que se cambiara tranquila.

El pequeño Oreo estaba dormido en su cama a un costado de la de Pansy. La pelinegra se aseguro de tener su teléfono con ella, enviando un mensaje de texto a su mejor amiga. Cuando Hermione salió del baño, simplemente se recostó en la cama, cubriéndose. Se apresuró a cambiarse, tomando lugar al lado de la cazadora.

No la abrazo, algo le decía que Hermione no recibiría muy bien contacto por el momento. Se conformó con recostarse a su lado, escuchándola respirar hasta que fue cada vez más profunda en señal de que se había quedado dormida.

Pasaron tres horas más y la música por fin se detuvo y ella no podía dormir. Miro el reloj, a la una de la mañana. Se levantó tratando de no hacer ruido, saliendo de la habitación y dirigiéndose a la planta baja para revisar a sus amigos quienes estaban dormidos en los sillones en lugar de haber usado las habitaciones de invitados.

— Encontre las mantas.— Zendaya habló detrás de ella. Pansy se giro.— ¿Aún sigues con tu manía de etiquetar todo?—. Le sonrio acercandose a las novias, Ginny y Astoria para cubrirlas con una enorme manta cálida para después hacer lo mismo con Ron.

— Me ahorro dando instrucciones.— Murmuró con una sonrisa leve.

— Me doy cuenta. No batalle. — Dijo Zendaya. — ¿Estás bien?— Pregunto al ver los ojos verdes de su amiga en un estado confundido.

— Yo... ¿Si? ¿No? No se.— Soltó una risita tímida, llevando sus manos a su rostro.

— No. No estás bien. Ven aquí. — Su mejor amiga la sostuvo en sus brazos, pegandola en su pecho sintiendo los pequeños saltos que hacía la chica bajita por el llanto.

— Creo que lo arruine. — Escucho decir Zendaya a su pequeña mejor amiga.

— Ven. Vamos al despacho del tío Victor. — Sintió a su amiga guiarla hacia la oficina de su padre. Pansy se dejó caer en el sofá frente al gran ventanal.

— No prendas la luz. No me gusta que me vean llorar.— Dijo entre lágrimas hacia su mejor amiga.

— Lo se.— Respondió. Sabía que no le gustaba llorar con la luz prendida. No le gustaba vestir de rosa en épocas de frío. Que no le gustaba que la tocaran cuando estaba enojada. Que no la buscaran cuando estaba enojada o que no le prestaran atención. Era su mejor amiga, sabía todo de ella. — ¿Puedes decirme qué pasó?—. Pregunto recostandose a su lado mirando hacia el bosque solamente iluminado por la luz de la luna.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

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Cold River- PansmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora