Prologo

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"Prefiero morir de pie que vivir arrodillado"

Emiliano Zapata

Es extraño, saber que tu vida en realidad no siempre fue tuya, estar viviendo la vida de alguien más, alguien que desapareció pero no concluyo y tú eres su remplazo, solo un remplazo y nada más.

Quizás esta no sea mi vida, esta no sea yo, pero entonces ¿Quién soy yo? Una interesante pregunta a la cual he buscado una respuesta que aún no logro encontrar y vuelve de nuevo a esa duda ¿Quién soy yo? No lo sé, es a lo que llego siempre, no lo sé, no sé quién soy. Comienza a pensar que no soy nada, que no soy más que un sustituto, pero  nuevas interrogantes empiezan a fluir ¿acaso se puede sustituir a un persona? ¿Yo fui sustituida? ¿Deje mi vida inconclusa? ¿Quién era yo? Y más importante ¿Cómo termine aquí?

Preguntas que no se pueden responder tan fácil; supongo que ese es el gran defecto que tiene la humanidad, el deseo de saber más y poder encontrar pocas respuesta; pero al final de cuentas todo se termina reduciendo a una misa cosa; la muerte, con diferentes palabras, toda esa complejidad que nos caracteriza culmina en un simple e imponente acto, morir, esas obras tan majestuosas como Shequespeare lo describe, su obra maestra, el trabajo de su vida escrito en papel termina con esa sencilla palabra, muere ¿Qué es la muerte? Muchos dicen que es un inicio, otros el fin, unos cuantos una liberación y otros un acto atroz ¿Cuál será la realidad, la suya, la tuya, la de ellos acaso o la mía? ¿Cuál es mi realidad?
Supongo que es natural para una adolescente como yo tener estas dudas, lo más desesperante de todo esto es comprender que las personas solo te toman como, un estorbo más en sus vidas, pase lo que pase tu solo serás otra pobre alma que interfiere en su destino, triste ¿no?

E llegado a ponerme en el lugar de aquellos que terminan en el suicidio, quizás ellos no eran tan inmaduros como parecían, tal vez ellos veían la vida como yo, la diferencia es que se rindieron antes, cayeron primero, fueron derrotados por la sociedad porque así lo decidieron, entendieron lo complicada que es la vida y lo cruel que llegan a ser las personas, el gran poder de las palabras y el sufrimiento que causa el silencio. Ellos como yo estaban desesperados y ciegos por no ver que no estaban solos; pero sobre todo estaban decepcionados de sí mismos, no de la vida sino de las personas, porque al fin y acabo las personas somos despiadada, mentimos descaradamente al decir te amo, herimos, humillamos, tumbamos y pisoteamos a los que decimos son nuestros amigos, destrozamos las esperanzas ajenas por envidia, fingimos ser alguien que no somos ante todos los que nos rodean y esto sin mostrar el más mínimo arrepentimiento de nuestras acciones.

Terminaron siendo igual de miserables a esas personas bacías y podridas, terminaron siendo igual de egoístas, pensando solo en ellos y no en los demás ¿Qué más da si las personas te odian? No sabes para quien puedes ser importante, no sabes a quien destruiste al arrebatarte la vida, fuiste igual de egoísta, fuiste uno más...

Y después de todas estas especulaciones mis queridos amigos me atrevo a concluir que la humanidad está muriendo, estamos extinguiendo nuestras alma y asesinando al amor sin ninguna compasión, por esto prefiero ser una más, una renegada por la sociedad, tachada por ser extraña y juzgada como la oveja negra, a rendirme, no voy a caer ante ellos, no estoy sola, si esos jóvenes que decidieron liberarse del mundo muriendo no lo vieron me dan lastima, no se dieron cuenta del valioso tesoro que desperdiciaron y la gran oportunidad que la luz les brindo, que dicha es poder cambiar el mundo, que dicha es tener un nombre pero aún más embriagante es saber que se goza de la vida y se espera a la muerte.

¿Cual es tu realidad, mi princesa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora