Capitulo 21

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"El sermón te lo van a dar siempre, ya sea un amigo o un desconocido, porque no estás solo en el mundo"

Ma. Elena Alcalá

El ambiente era tan pesado que todos los presentes permanecieron en silencio sin poder articular palabra, Crista estaba cabreada a su límite, quería gritar, correr, golpear a todos pero solo se limito a observar, pues sabia no era el lugar ni el momento.

Dimitri estaba tan divertido por la escena, deseaba alborotarlos más, esas miradas de odio y amenaza que le dedicaba su amigo a David eran totalmente únicas, quiso intervenir y causar más tensión pero algo mas robo su atención ¿Cómo era posible que la castaña que tenia a lado se viera tan tranquila? Estaba envuelta en una tranquilidad imperturbable ajena a todo lo que la rodeaba en ese momento, esa castaña desconcertaba demasiado a Dimitri.

Y por ultimo David, ese chico sabia exactamente lo que pasaba por la cabeza de Raimon, estaba fuera de sus casillas y le encantaba hacerlo enojar, era tan impresionante como ese chico perdía toda la cordura cuando se trataba de Argot, pero pese a eso el no se la podía entregársela tan fácil, tenía que cerciorarse de que aquel chico la cuidaría como si fuera su vida de la que se tratase.

– ¿Qué haces aquí? – le pregunto Dimitri al rubio, de inmediato Raimon se incorporo, esperando la respuesta, el sonrió burlón por lo que iba hacer y por ende la reacción que esperaba tuviera Raimon, miro descaradamente y hablo pedante.

– Dormí aquí – soltó sin titubeos lo suficientemente serio para ser verdad y con esa chispa de tenacidad y superioridad en sus ojos – ¿Algún problema? – Cuestiono sínicamente, el pelinegro estaba a poco de golpearlo pero no lo haría porque su princesa estaba presente de eso no cabe duda.

– Ninguno – Escupió Raimon con odio.

– Eso pensé – soltó el rubio por lo bajo al observar maravillado el auto control de Raimon.

– Supongo que es aquí – se escucho en la entrada la voz de Miriam, antes de que alguien dijera algo el resto del escuadrón A se encontraba dentro de la casa.

No paso mucho tiempo antes de que se dieran cuenta de aquel ambiente tan dense y cutre, como era de esperar la casa continuo inmersa en ese silencio tan incomodo que todos tenían miedo de romper por las reacciones que sus capitanes presentarían, Skayler aburrida por el poco movimiento se levanto, paso delante del escuadrón recién llegado, paso entre ambos superiores, sin cruzar palabra y coloco la taza vacía en el lava vajilla.

La atención se poso en ella a acepción de cuatro personas, Argot quien seguía cocinando plácidamente, calmada y emocionada por tener a sus dos hombres favoritos juntos, Jahel un hombre castaño oscuro, de complexión alta y ojos de girasol, su brazo derecho está marcado con variedad de nombres en latín, le rodeaban aires de arrogancia y descontento ante la actual situación, no entendía porque pero sabia Argot no era una de sus personas favoritas y por último los dos capitanes, quienes seguían inmersos en sus propias preocupaciones.

– David, no hay tiempo para jugar nos llaman en la agencia – intervino fastidiado Jahel.

– Ahora que lo mencionas ¿Quién eres? – interrogo Argot.

– Ese no es el punto y no tengo porque responderte novata.

– Cálmate imbécil – lo reprendió David. – No tengo porque calmarme ¿nos vamos?

– Párese que alguien no se divirtió anoche – se burlo el rubio.

– Y parece que tú te divertiste de mas – miro con desprecio a la chica que David seguía aprisionando en sus brazos.

¿Cual es tu realidad, mi princesa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora