"La mejor forma de que no te rompan el corazón es fingir que no tienes uno"Bad Girl
Damon Salvatore
Esa mañana fue muy tranquila, al despertar Raimon ya no estaba, me cambie y baje a la cocina encontrándome con el desayuno servido y una nota.
Buenos días princesa, lamento no estar,
Pero tuve una emergencia, desayuna,
No tienes excusas porque te prepare pasta,
Nos vemos luego.
Atte. Raimon.Una sonrisa involuntaria se posó en mis labios, será idiota, me senté en la barra para engullir el almuerzo, me coloque algo cómodo para realizar algunos ejercicios simples y me dirigí al salón del gimnasio, esta era una de las habitaciones más grande de la casa, después de todo la utilizábamos demasiado, tenía lo básico, pesas, caminadora, otros aparatos y también tenía un espacio libre que utilizábamos de dojo o cuadrilátero, depende del enfrentamiento, pero por lo generar hacíamos combate libre, esta vez practique algunos movimientos de calentamiento, estiramientos y técnicas de combate.
Estaba en la caminadora cuando Eduardo entro al lugar, tenía unos papeles en las manos y también un atuendo en un gancho.
– Buenos días Jefa.
– ¿Qué necesitas Eduardo?
– Tiene cuatro autorizaciones pendientes, la confirmación de la cena de gala para mañana, entregar los planos de la próxima semana para su revisión y dos contratos que renovar.
– Las autorizaciones mándalas a mi correo, las tendré en la tarde, confirma mi asistencia la cena de gala, los planos ya están listos son los de la mesa, llévatelos y recuérdame a quien tengo que re contratar.
– La señorita Wendy y al Señor Evans – frente a mí se desplego un holograma dándome la visibilidad de sus currículos de trabajo, sus perfiles en la empresa y le irrelevante de su contrato.
– Mi secretaria y un vendedor, renuévalos por 3 años.
– Entendido señorita y una cosa más – moví mi mano sobre el holograma y se desintegro.
– ¿Qué es?
– Recibió este correo la semana pasada, de su institución educativa en donde le informan que por motivos de cambio de comitiva se implementaran uniformes a partir de hoy.
– Entiendo, déjalo en la sala me lo pondré al terminar ¿Algo más?
– Tiene una cita a las 11:35 am con el Señor Carlo para discutir un proyecto en el que requiere su apoyo laboral.
– Prepárame un cambio de ropa para el trabajo y colócalo en la cajuela de mi auto.
– ¿Cuál llevara hoy?
– Necesito un perfil bajo Eduardo que sea el Lamborghini.
– Entiendo Jefa ¿algo más que se le ofrezca?– ¿Traes auto?
– No, eso se me pasaba, ya deje su auto en su respectivo lugar.
– Bien entonces te llevo y me recoges a las 11:20– me baje de la caminadora, me di un baño rápido y me enfunde el uniforme que no estaba tan mal, era otra camisa de vestir blanca de manga larga, una falda negra, chaleco y saco, junto con unas calcetas blancas lisas las cuales no pensaba usar y zapatos negras, como esperaba la falda me quedaba grande y nadaba en el saco.
– Richard ¿puedes arreglar esto?
– No hay problema Señorita – me pare en un tipo circulo que se encontraba en la estancia, el programa me escaneo con una cuadricula digital azul, extendí los brazos y unos láseres se encargaron de ajustarme el saco y entubar la falda, claro que así no era el uniforme pero no pensaba usar esa cosa de tal manera, hay que ponerle un toque personal a todo.
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¿Cual es tu realidad, mi princesa?
Teen FictionElla tiene la imponencia de un dios, la pureza de un ángel y la fuerza de un demonio sin embargo sufre la frajilidad humana. Y cada vez que la veo, más inalcanzable parece ser, pero algun dia lograre que seas solo "mi princesa" esperame.