Capitulo 20

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"Cada quien tiene su propia locura"

Mary Muñoz

- A ver, a ver, a ver, ya no entendí - dijo Dimitri.

- Lo que yo no entiendo es ¿Por qué no me dijiste que estabas en la agencia?

- Esa es una pregunta que no contestare - levante una ceja.

- David - lo amenacé con mi voz.
- Dime hermosa - seguía sonriendo.

- ¿No podías tener la decencia de decírmelo?

- Creo que el que quiere una explicación soy yo ¿Qué haces tú aquí?

- Esa es una pregunta que no pienso contestar - me cruce de brazos.

- Tal vez tu no, pero el si - miro al jefe más serio.

- La necesitábamos David y tiene potencial ella es estupenda.
- Claro que es estupenda porque yo la entrene, pero ese no es el punto, me prometiste que no la meterías en esto - estaba enojado, lo sabía muy bien.

- Él no tiene la culpa David, yo decidí entrar - suspiro frustrado.
- Sin mi consentimiento - levanto un poco la voz.

- ¿Y tú me pediste el mío para entrar? - estaba enojándome.

- Eso es diferente hermosa - suavizó sus palabras.

- Claro que no lo es David ¡6 meses, te fuiste 6 meses, sin decir nada! - comencé a gritar y como era de esperar mi reloj sonó.

- Linda, lo siento, pero no quería meterte en esto, por favor cálmate - estaba preocupado, él sabía que ese sonido no era una buena señal, mi respiración era agitada, sentía punzar mi cabeza pero no me importo.

- ¿Y crees que me importa? - el dolor se intensifico y el sonido también.

- ¡Sabes que nunca haría algo que te pusiera en riesgo! - Me levanto la voz, estaba preocupado - No te entrene para que entraras a la agencia, no te enseñe a pelear para que te ensuciaras las manos como yo ¿aún no lo entiendes?

- Tengo mis propios motivos y lo sabes.

- Pero tú no eres así.

- Por esa razón peleo a mi manera.

- No te lo voy a permitir.

- No te estoy pidiendo permiso - esas palabras fueron las que lo molestaron.

- ¿Quieres pelear? Bien, pelearemos - sin darme cuenta, Raimon se posicione frente a mí, tenía todo su cuerpo rígido y su mandíbula apretada.

- Ella no está en condiciones para eso David - su voz era autoritaria.

- Claro que lo está, es más fuerte de lo que parece - estaba tan relajado, que no se podía distinguir qué era lo que planeaba.

- Entonces no te lo permitiré, ella no peleara - David levanto una ceja incrédulo y burlón, estaba calándolo lo sabía, sus ojos reflejaban diversión.

- Soy tú superior y el de ella también.

- Pero ella es mi compañera y no voy a permitir que la lastimen - David sonrió satisfecho y le dio una palmada en el hombro.

- Lo sé - luego se acercó a mí - Richard administra dos de morfina, uno de epinefrina y tres de dopamina - mi reloj dejo de sonar al instante y me sentí mucho mejor en minutos - ¿Mejor?

- Todo fue por tu culpa - presumió su hermosa sonrisa.

- Vamos a casa hermosa - Raimon seguía con la mandíbula tensa sin embargo no dijo nada.

¿Cual es tu realidad, mi princesa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora