" Estoy del lado de los ángeles, pero no pienses ni por un segundo que soy uno de ellos"
Sherlock Holmes
8:15 p.m
- Vamos Argot, tenemos que encontrarnos con los chicos antes de la cena - el Rubio estaba listo y enfundado en un traje gris el cual no le quedaba nada mal, sus ojos resaltaban aún más convirtiéndose en dos exóticos orbes azules que sin duda alguna podían atrapar a cualquiera; esperaba de brazos cruzados recargado en el pretil, un reloj negro con detalles plateados se asomaba por debajo de la manga izquierda, discreto y de mecanismo, muy acorde a la personalidad del hombre, sobrio pero no tanto, serio con un toque de madures que cautivaría hasta la dama más exigente y presuntuosa, ese era el efecto que causaba, un hombre con una presencia embriagadora.- Deja de ser tan desesperado, Argot apresurate - a diferencia del Rubio el peli negro se encontraba sentado en los primeros escalones y la espalda recargada en la pared, el lucía un traje más oscuro y el cabello peinado hacia atrás aunque algunos mechones rebeldes se escapaban a su cara enmarcando sus ojos, este chico quien lo viera diría que es un Dios, con esa sonrisa traviesa que desarma a toda mujer, esa voz gruesa y sonora, destilando autoridad por cada poro con un toque juvenil pero peligroso.
- Tu no tienes derecho ni de respirar en esta casa Mondragón - escupió con desdén el Rubio.
- ¿Aún sigues enojado? Por favor David no fue para tanto - soltó con burla el peli negro.
- David tiene razón Raimon, no fue para tanto - la chica se dejo ver al Final de la escalera con un hermoso vestido, su maquillaje era sencillo pero lo suficiente para resaltar sus finas facciones, sus ojos gritaban superioridad y esos labios carmesí mate englobaban el más nítido reflejo de la elegancia, el peli negro con un ágil movimiento se coloco de pie al percibió la vez de su princesa, sobra decir que lo dejo anonado, definitivamente esa mujer era peligrosa en el, tenía un efecto tan atractivo y prohibido; ella a diferencia de los dos chicos tenía una presencia más sutil pero firme, una mirada calculadora y un cuerpo de infarto ella era la vivida imagen de un depredador con disfraz de presa.
- ¿Que no es para tanto? Estaba encima de ti por Dios Argot, sólo los deje 5minutos y casi te devora pero que no lo vez - la chica rodó los ojos mientras bajaba con fluidez las conocidas escalinatas.
- Y te lo repito, no estaba haciendo nada, sólo... Sólo estábamos jugando - una sonrisa seductora atravesó los labios de Raimon, esta mujer era muy cambiante.
- Tres malditos chupetones, tres malditos chupetones te dejo uno en el cuello, otro en la clavícula y el último cerca del pecho ¿a eso le llamas jugar?
- Técnicamente apenas estaba comenzando - soltó por lo bajo el acusado ganandose una mirada furtiva de David.
- Pero el maquillaje lo cubrirá muy bien hasta que desaparezca, ahora deja de ser tan escandaloso que ya vamos tarde.
- Esto aún no termina aquí, tengo mucho que hablar contigo Raimon.
- Que seas el capitán del equipo alfa no te da permiso de decidir ni controlar mi vida fuera de la agencia - el peli negro camina de lo más natural a la entrada de la casa; pero David sólo se carcajeo por el ingenio del chico, pero que iluso sí supieras el control que puedo ejercer sobre ti, eso ya lo veremos, se dijo a sí mismo.
- Raimon, no me caes mal pero si te metes con ella te prometo que las cosas cambiarán - le susurró el Rubio cuando pasó por su lado y sin esperar respuesta salió de la casa seguido de Argot y el.
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¿Cual es tu realidad, mi princesa?
Teen FictionElla tiene la imponencia de un dios, la pureza de un ángel y la fuerza de un demonio sin embargo sufre la frajilidad humana. Y cada vez que la veo, más inalcanzable parece ser, pero algun dia lograre que seas solo "mi princesa" esperame.