Capítulo 2: "Mr. Yakuza"

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Aquellas palabras provocaron un fuerte sentimiento en el joven de cabello rosado quedando en silencio por unos segundos, soltó una risa y deteniendo el auto prendió las direccionales, alejó con cuidado al rubio y acomodando unos mechones que caían con pereza en el rostro del contrario sonrió.

— ¿Sabes con quién te estás metiendo, precioso~? — preguntó con un tono dominante dejando sonrojado al contrario.

— N-No... ¿Qui-Quién eres..~? — preguntó en un ronroneo mientras seguía con su labor de acariciar el suave cabello del chico rosado.

— Yo...— el joven de mirada felina miraba con atención aquellos hermosos diamantes azules que lo mantenían hipnotizado. El joven de cabello rosado llevó su mano al rostro de este y como si se tratase de una delicada amarilis, acarició sus mejillas, su corazón latía suavemente haciendo un sonido similar al de una campana, entonces recordó aquel sentimiento de tranquilidad y calma cuando se había enamorado por primera vez, aquella dulce chica le había hecho sentir tan bien que su corazón hacía un sonido idéntico al de una campana, creyó que no lo volvería a sentir, sin embargo, ahí estaba con un completo extraño que le hacía sentir... Como humano.— Soy Akaza... 

— ¿A-Akaza...? Que... nombre tan curioso...— el rubio respiró hondo y con intenciones de alejarse del rosado fue detenido por las fuertes manos del contrario, este parecía un pequeño niño tratando de aferrarse en su juguete favorito.— ¿Qué ocurre..?

— Tú nombre...

— ¿Mi... Nombre? — los ojos del rubio viajaban por el atractivo rostro del contrario y mordiendo sus labios se acercó a él con un suave movimiento similar al de un felino apunto de asechar a su presa.— Rengoku... Rengoku Kyojuro...

— Es un nombre muy lindo...— sonrió con ternura y tomando su cabeza lo recargo en su hombro.— Agarra bien mi cuello precioso, pronto llegaremos a la casa~

El mencionado obedeció y abrazando el cuello del rosado cerró sus ojos. Se sentía tan extraño el sentirse bien y protegido con un extraño que había olvidado por completo en donde se encontraba sentado. El auto del rosado iba a toda velocidad por las calles de Tokyo camino a su departamento, rezando de que el idiota de su  compañero Douma no estuviera ahí dió una vuelta algo peligrosa haciendo sobresaltar al rubio y provocando que se aferrara a él como un pequeño gato, una risa burlona se hizo presente dejando al rubio avergonzado y escondiendo su rostro respiro hondo, un delicioso aroma inundo sus fosas nasales dejándolo hipnotizado, el suave aroma de la menta con vainilla y geranio hacia que el rubio soltará pequeños ronroneos.

— ¿Qué pasa gatito~? — preguntó el peli rosado mientras se detenía en el estacionamiento de un edificio, apago el motor y alejando con delicadeza al rubio, sonrió.

— Me gusta tu perfume...— respondió mientras miraba por el espejo del auto el estacionamiento, con su rostro sonrojado y su cabeza dando vueltas infló sus mejillas, su cabeza no aguantó su propio peso y chocando su frente contra el espejo soltó un quejido.— U-Uuuugh...~

— Pffft~, vamos adentro, si sigues en el frío y con la camisa desabrochada te hará daño...- quitó el seguro de su puerta y abriendo esta se quedó unos segundos mirando al chico.— O-Oye precioso... Necesito bajar pero no puedo hacerlo si estas aferrado a mí...

El rubio vió con enojo al rosado y refunfuñando bajo entre tropiezos del auto, el joven rosado sonrío y bajando recordó los maletines que se encontraban debajo de los asientos, no podía dejarlos ahí, eso no sería muy responsable de su parte y si ocurría algo tendría problemas con su señor. Observó al joven rubio quién trataba de mantenerse de pie, su cabello ahora se encontraba suelto y revuelto, no se dió cuenta de que aquella media coleta había desaparecido. Entró nuevamente al auto y tomando los maletines cerró la puerta dónde puso la alarma, cargó los tres maletines con una mano y tomando la mano del rubio lo guió hasta el elevador, se metieron al aparato y con algo de cansancio picó un botón.

The demon's lamentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora