The demon's lament

Capítulo 17: "white bird"

Los jóvenes habían terminado de realizar sus respectivas actividades dejando encantado al rubio, observo a su novio quien se cambiaba después de aquella ducha que se tomo, observando la trabajada espalda soltó una sonrisa de victoria al ver las marcas que había dejado en su piel producto de su boca y los rasguños que decoraban su piel pálida. 

— Se me antojo un poco de café de avellanas... ¿Podrías hacerme uno, amor~? — pregunto el rubio ganándose la atención del rosado quien se volteaba a verlo con una sonrisa, el chico se acercó hasta él para darle un tierno beso en su frente.

— Claro hermoso, ¿Se te antoja algo más? ¿Quieres un pastel~? 

— Un pay de manzana con canela no estaría mal~

— Hahaha, de acuerdo iré a la pequeña pastelería que esta en la esquina, no salgas de casa bebé, por favor... 

— Nop, me quedaré aquí, si pasa algo puedo recurrir al plan...

— Bien...— el joven le dio un último beso y dejando al rubio en su cama aún desnudo se coloco un suéter negro con partes blancas que hacía reír a Kyojuro pues se imaginaba a su novio como una pequeña vaca.— Enseguida regreso hermoso, te amo~

— Yo te amo más~ 

Ambos sonrieron y dejando al rubio solo en la habitación este soltó un suspiro, cerró sus ojos nuevamente y moviendo lentamente sus piernas sonrió gustoso. Aún podía sentir el hormigueo que le había provocado el orgasmo, dejándolo relajado y con una sensación de satisfacción. El timbre de su casa lo interrumpió de sus gustoso post orgasmo y con un puchero giro los ojos con molestia, no sabía quien podía ser, sin embargo tenía que ser precavido. Se levanto de la cama y tomando una playera de su novio se la puso seguido de un pans gris, camino hasta llegar a la puerta y asomándose por el ojo de pez soltó una sonrisa enorme viendo a su querida madre junto con su padre y hermanito.

— ¡Llegaron...! Muy rápido...— susurró extrañado mientras abría la puerta y saludaba a su familia.— ¡Madre, que sorpresa tenerlos aquí tan temprano!

— Hola mi lindo niño...— su madre se acerco a su hijo y regalándole un cálido abrazo se separo de él para verlo de pies a cabeza.— ¿Por qué dices que temprano? Si ya son las 12:00 de la tarde, ¿Por qué sigues en pijama? 

— A-Ah... Pu-Pues...

— ¿Acaso...? — el rostro de su madre se acerco más a él y con un rostro serio, preguntó.— ¿Estabas comiendo chocolate con Akaza? 

— ¡Madre, es de mala educación tenerlos aquí en la puerta! ¡Pasen pasen! — el rostro sonrojado del rubio hizo reír a su madre mientras estos pasaban a la sala admirando el lindo departamento.— ¡Senjuro! ¿Cómo te ha ido en las clases? ¿Aún practicas con la señorita Kamado?

— ¡Muy bien hermano! Aunque... Últimamente el profesor Uzui ha estado actuando muy raro durante las clases, me incomoda un poco...— el rubio soltó un suspiro y con una mueca se acero a su hermanito para darle un cálido abrazo — Y si, aún sigo practicando con Nezuko, en estos días Tanjiro me ha estado regalando muchos panecillos con mantequilla y saben deliciosos, un día de estos le diré que me de unos para que los pruebes, hermano~ — se separaron unos centímetros y sonriendo con alegría el más pequeño abrazó a su hermano mayor una vez más pero con toda las fuerzas que podía acumular ese pequeño cuerpo.— Te he extrañado mucho hermano... Estoy muy feliz de poder quedarme contigo~

— Senjuro...— el rubio mayor soltó una sonrisa y abrazando el cuerpo de su hermano cerró sus ojos, disfrutando aquel lindo momento que le había regalado el destino con su hermano.— Yo también te he extrañado muchísimo, Senjuro, extraño mucho escuchar tus ronquidos~