The demon's lament

Capítulo 27: "The demon's lament"

Kyoko salió de la penitencia algo tarde y mirando a su alrededor se encontró con nada. Sus ojos aún seguían llorando por aquella historia que le había confesado el rosado mientras miraba sus pertenencias, algo dentro de ella le decía que ese asesino era inocente, ¿Cómo era eso posible? Ese hombre le había dado muchos detalles sobre la mafia, personajes importantes que se había enfrentado y sobre todo... Anecdotas sobre Kyojuro. Soltó un suspiro y sintiendo una mano sobre su hombro la sobresalto observando a la oficial.

— Señorita Sea, ¿Gusta que la lleve?

— O-Oh sería de mucha ayuda...

Ambas sonrieron y caminando hasta un pequeño y escondido estacionamiento, ambas subieron al auto mientras se incorporaban por la carretera.

— ¿Qué tanto te contó Soyama...? ¿Por qué contaba eso en Japonés...?

— ¿Eh? O-Oh bueno...— la chica volteó a ver hacía la ventana para observar la penitencia alejarse con rapidez mientras soltaba un suspiro.— Era una historia agridulce...

La chica había llegado a su habitación de aquel hotel y mirando a su alrededor soltó un suspiro. Sabía que no podía hacer nada por él y mucho menos meterse en temas delicados legales, sin embargo, algo dentro de ella deseaba hacer algo por ese chico, darle algo digno y que viviera en memoria de su prometido. Camino hasta su maleta y sacando su celular soltó un suspiro.

— Tú historia será escuchada Akaza y de la mejor manera... Lo prometo...— corrió hasta un armario y sacando unas prendas que tenía colgadas, tomo un par de zapatos y las metió hasta su maleta. Con sumo cuidado las doblaba para así ir por su material de trabajo, con delicadeza amarro el cable de su computadora portátil y pensando en sus padres, se detuvo por unos segundos — ¡Tengo que avisarles que iré a Japón! — dejo el cargador de su computadora en la maleta y tomando su celular busco el número de su madre. Le marco y esperando a ser correspondida continuo arreglando su maleta mientras iba por su bolsa de mano y revisaba que todo lo necesario estuviera ahí.— ¡Mami!

— ¿Kyoko? ¿Qué pasa linda? ¿Todo bien?

— ¡Si! Es solo que quería avisarles que iré a Japón por mi trabajo.

— ¿Cómo? ¿Cuando irás?

— Está noche iré a comprar el boleto, la historia de una persona está siendo mal contada mamá, él necesita un final feliz.

— ¿Un criminal te convenció de hacerlo Kyoko?

— No... Es por voluntad propia, mamá...

— Antes de que hagas alguna estupidez... ¿Estás conciente que es de la mafia, verdad? Si se enteran o llegan a escuchar que estás tratando de ayudarlo, ¡Tendrás muchos problemas Kyoko...!

— Lo sé mamá, lo sé... Pero algo me está diciendo que tengo que hacerlo, además... Siento que no está solo, he visto que varios oficiales se comportan muy amigables con él, es extraño.

— Aaah... Aún así hija, ten mucho cuidado. Debes ser muy inteligente, ¿De acuerdo?

Su cuerpo temblaba y con el vaso de unicel caliente sobre sus manos le hacía pensar en como contactar a los amigos del rosado, no había pensando en ello y el boleto ya había sido comprado. Se acurrucó sobre su chamarra y observando a la gente pasar de un lado a otro tomo un sorbo a su café. Tendría que esperar otras 3 horas a qué su vuelo saliera, pues el único viaje a Japón barato y que salía ese mismo "día" era a las 4 de la mañana.

— Espero que mi bobo esfuerzo sirva de algo...

Su celular comenzó a vibrar y sacándolo, la confusión en su rostro era evidente.