Capítulo 5: "Amantes"

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Los ojos del joven rosado parpadeaban con pesadez mientras su cuerpo chocaba contra el joven de melena negra quien se encontraba a lado de él. Habían ido al hospital para atender la herida del rubio y el cuerpo de Akaza se sentía pesado ya no podía mantenerse despierto pero tampoco quería dormir y que su amante lo encontrase así.

- Te ves fatal... ¿No quieres un café? - la densa voz del chico hizo que se sentará mejor mientras negaba con su cabeza.- ¿Por qué no me dijiste que eres policía privado? Te confundí con un mafioso...

- ¿Mh? - el rosado volteó a ver al chico y con cansancio recargo su cabeza en la pared blanca de aquel establecimiento, pensando en que tal vez el superior le dijo eso para que cooperará con la situación, bostezo y encogiendo los hombros observo la lámpara de luz blanca.- No lo sé, no tengo que darle explicaciones a las personas...

- ¿Entonces eres un policía privado? - la dulce voz del rubio lo hizo levantar y caminando hasta él reviso su brazo.

- A-Algo así... ¿Cómo te encuentras precioso? - el cabello del rubio estaba revuelto y su rostro marcaba cansancio.- Necesitas descansar...

- Lo sé... Mi brazo aún duele pero bueno, ya hable con mis padres y la escuela, tendré descanso esta semana, lo bueno de esto es que ya tienen un suplente para mi puesto...- el rubio sonrió y mirando al pequeño hermano de su amigo se acercó a él para acariciar su cabeza.- Muchas gracias por ayudarme, Genya~

- ¡No tienes porque agradecer! Ese es mi trabajo como policía, tengo que mantener el orden y ayudar a la gente.- una tierna sonrisa apareció en el rostro de ambos dejando una manta de celos sobre el cuerpo del rosado.- Bueno, tengo que llevarte a la casa de descanso de tus padres, me indicaron que así fuera ento...-

- ¡Espera! Puede ser muy peligroso, ese tipo puede volver a escapar y lo más seguro es que este merodeando por la ciudad... Él se ira conmigo...- las mejillas de Akaza se encontraban sonrosadas dejando asqueado al chico de pelo negro por las miradas melosas que compartían ambos.

- N-No hay problema en ello Genya, hablaré con mis padres, además no quiero alejarme tanto de la ciudad, en la tarde tengo que ir a la inauguración de la cafetería del joven Kamado~

- ¿Eh~? ¿Es hoy? Supongo que puedo darme una vuelta... Bueno entonces los dejo, tengo que llegar a casa antes de que mi hermano se ponga mas histérico, te lo encargo Akaza, adiós~ - el oficial les hizo una reverencia y con paso acelerado camino por el pasillo hasta desaparecer de la vista de la pareja.

- Bueno... Vamos hermoso... Quiero llegar a casa lo antes posible...- el rosado se dió la vuelta y arrastrando los pies suspiro cansado, sus hombros se sentían pesados y dolían por lo tensos que se encontraban, los pasos del rubio acompañaban los cansados del rosado. Akaza tenía la mente aturdida y pensando en que su casa estaba a 10 minutos de aquel hospital lo mantenía en pie. Sus ojos pesaban y respirando con dificultad detuvo el paso al ver la espalda de su amante frente a él.- ¿Qué ocurre hermoso...?

- Anda sube, estas cansado...- el joven flexiono sus rodillas mientras esperaba al rosado con una sonrisa.- Te llevaré a casa~

- ¿A-Ah...? Pero estas lastimado, no puedo permitir eso, por favor levántate

- Nop, anda puedo aguantar, mi padre me entrenaba y tengo buena resistencia~ - el joven rubio sonrió alegre, dejando al chico rosado con el corazón latiendo fuertemente, se acercó hasta su espalda donde se subió y abrazando el cuello del alto cerró sus ojos.

- ¿Recuerdas el lugar? - preguntó mientras se acurrucaba entre el suave cabello del contrario, tratando de no moverse tanto por el brazo del rubio.

- ¡Si! Pronto estaremos ahí, lo prometo~ - respondió con cariño provocando un dulce ronroneo en el rosado quien no paraba frotar su cabeza contra el cabello del rubio.

The demon's lamentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora