— Una lección de que los niños y niñas... No se deben tocar...
Empujó al hombre dejándolo aturdido por unos segundos pues de un abrir y cerrar de ojos la hoja atravesó el torso cortándole a la mitad, se acercó a uno de los presentes y tomando su arma con facilidad hizo que se disparará sobre si mismo falleciendo al instante, recibió unos cuantos golpes pero para él en ese momento eran unos simples rasguños, la adrenalina que sentía parecía cubrirlo con una manta de la cuál no quería quitarse encima. Uno de aquellos hombres decidido a terminar con la vida del rubio apunto directo al cuerpo del rubio pero fue embestido por una caja de mercancía, Kyojuro se mantuvo en defensa y mirando el rostro enojado de su padre solo pudo empujar al hombre hacia él para ser recibido por un fuerte golpe en su rostro.
— ¡¿Dónde esta Senjuro?! — grito con desesperación Shinjuro quién terminaba con la vida de aquel desagradable hombre.
— ¡Lo escondí, pero necesita atención medica ahora mismo! — respondió el rubio mientras esquivaba con facilidad los golpes básicos de los hombres.— ¡¿Cómo llegaron aquí?!
— ¡¡Los fuimos a buscar al departamento, vimos ese asqueroso y jodido video!! — Shinjuro tomo por el cuello a uno de ellos mientras trataba de que no se le escapara.— ¡¡Akaza esta hecho un demonio!!
— ¡¡Padre, cuidado!! — el grito de su hijo lo sorprendió y mirando de reojo observo como uno de ellos llegaba con un tubo con pequeños clavos oxidados, quien iba a una gran velocidad. Un breve silencio inundo la bodega y el sonido del cuerpo cayendo de aquel hombre sorprendió al rubio. Observo a lo lejos una brillante luz roja que apuntaba detrás de su hombro, sin moverse la velocidad de la bala paso sobre él escuchando el como el cuerpo caía a un lado suyo.— ¿Quién...?
— ¡¡Kyojuro, no te distraigas!! ¡¡Lleva a tu hermano al hospital, ya!! ¡¡Akaza esta fuera de la bodega encargándose de los demás, protege a tu hermano!! — la voz de su madre lo despertó de aquel sueño, un escalofrío recorrió su cuerpo al ver a la mujer que le dio la vida siendo la dueña de esos tiros perfectos.— ¡¡Yo me encargare de estos hijos de puta que dañaron a mi hijo!! ¡¡ QUIENES DAÑARON A MI BEBÉ!!
El rubio asintió y corriendo entre las cajas en busca del escondite donde se encontraba su hermano, observo al hombre quien había comenzado con la tortura hacia su hermanito quién estaba escondido entre las cajas y con la rabia empujando su corazón, tomo con fuerza el mango de la katana y sin hacer un solo ruido camino directamente hasta él, se posiciono detrás de su cuerpo y sin más enterró la hoja del arma en el hombro de este provocándole un fuerte y punzante dolor gritando con dolor, rápidamente le tomo la boca acercando su rostro hasta el de él.
— Shh... No tienes permitido sentir dolor... Ha... Te crees valiente por dañar a los demás... Pero te hacen un pequeño rasguño y lloras como el buen "hombre" que eres...— tomo el cuello con fuerza y encaminándolo hasta donde estaban sus padres, soltó una sonrisa retorcida al ver como estos ya habían terminado con todos los hombres que habían dentro de la bodega y pensar que ya no entraba ninguno le hizo pensar que su novio había terminado con todos los del exterior... Al menos los que se encontraban cerca — Eres tan patético...— empujo al hombre frente a sus padres quienes lo veían con odio y repugnancia.— Él es... El que tocó a Senjuro...
— Po-Por favor... Se los suplico... No me maten... ¡Les puedo dar dinero! Les daré todo el dinero que tengo...— un fuerte golpe en su cabeza le provocó un violento estremecimiento en su cuerpo, dejándolo aturdido, observando a la mujer quién lo había golpeado con la culata del rifle.
— ¿Acaso crees... Que tu estúpido papel sin valor... Reparara el daño físico y psicológico que le dejaron a mi hijo?
— Yo...— otro golpe en su nariz le hizo acostarse en el suelo en posición fetal dejándolo mal herido.
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The demon's lament
FanfictionRengoku Kyojuro es un profesor de Historia que da clases en la prestigiosa academia Kimetsu, todos sus alumnos y compañeros lo aman, es un hombre responsable y demasiado apuesto. Sin embargo un día después de clases, un viernes decide ir a un bar ce...