Capítulo 7: "Protector"

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El día se encontraba frío sintiendo el aire congelado recorrer su cuerpo, se acurruco y cerrando sus ojos suspiro, el rosado se encontraba sentado en el sillón del rubio quien lo había invitado a su nuevo departamento a pasar el rato con él y no lo culpaba, él también necesitaba de su amante aquella semana había resultado muy difícil para él en especial de su querida compañera la cuál afortunadamente se encontraba en perfecto estado. Además de que la semana de descanso de su chico había terminado, querían pasar todas sus horas juntos antes de que se vieran menos. 

Abrió sus ojos observando el techo del lugar y mirando alrededor del cuarto buscando al rubio soltó un pequeño grito de sorpresa al ver al rubio entrar a la sala, este solo llevaba una camisa blanca y sus bóxer haciendo sonrojar al rosado, con pereza caminaba hasta Akaza y sentándose sobre sus piernas recargo su cabeza sobre su hombro sintiendo la calidez que emanaba su cuerpo.

— ¿Aún tienes sueño cariño? — preguntó el rosado mientras rodeaba su cuerpo y con ternura besaba el cabello del rubio.

— Algo... El profesor que tomó mi lugar calificó mal unos exámenes y tuve que corregir absolutamente todo... No dormí hasta las 6 de la mañana...— respondió el rubio acurrucándose sobre los brazos de su amante, cerró sus ojos y respirando el aroma a tabaco que tenía impregnado sobre su ropa del rosado abrió los ojos con pereza.— Cariño... ¿Fumas?

— ¿Eh? Ah no lo hago seguido solo lo hago cuando me siento estresado, si te molesta puedo dejar de hacerlo...

— Ah... No es eso, yo solía hacerlo...— sus mejillas se pintaron rojizas y levantándose se sentó mejor sobre sus piernas quedando  frente a frente al rosado, sonrío y regalándole un tierno beso sintió las grandes manos de su amante sobre sus piernas, soltó un suave gemido y rompiendo el beso de mala gana, mordió sus labios al ver lo atractivo que se veía el rosado.— ¿N-No tienes uno...?

— ¿Mh, quieres un cigarrillo? — preguntó sorprendido el joven mientras buscaba unos entre sus pantalones, la mirada azulada del joven paseaba por el cuerpo de su amante y con un suspiro tremuloso sonrió, saco un cigarrillo y colocándolo en la boca del rubio tomó su encendedor que se encontraba en su chamarra.— ¿Me darías el honor de prenderlo~?

— Claro~ — el chico de melena rubia con escarlata acercó su cuerpo hasta estar encima del miembro de Akaza, provocando en este un gemido ronco.

Ambos sonrieron y acercando la flama que nacía del encendedor al cigarrillo esperaron unos segundos hasta ver cómo emanaba el humo inundando sus fosas nasales relajando todos sus músculos. El rosado echó la cabeza hacia atrás y con una sonrisa traviesa tomo las caderas del chico que se encontraba sobre su miembro en un sensual baile de atrás hacia adelante.

— Mmngh... Precioso~ — el humo de aquella droga comenzaba embriagar la mente de ambos haciendo olvidar todo lo malo que había ocurrido en aquella semana, cerró sus ojos y sonriendo con felicidad pensó en cómo aquel rubio podía desaparecer todo lo malo con sus besos y ese movimiento de caderas que comenzaban a excitarlo.— Así... Muévete así~

— ¿Te gusta cuando me muevo así~? — preguntó el rubio mientras daba una calada de humo reteniendo unos segundos y así expulsarlo de su boca sin detener el ritmo de su cadera observó al rosado con su cabeza recargada en el respaldo de su sillón y sus ojos cerrados.

— Me encanta precioso... Sigue así...~ — respondió el chico mientras continuaba disfrutando el relajante meneo de caderas por parte de su amante. Sonrió y bajando sus manos hasta los muslos del rubio comenzó acariciar su suave piel disfrutando sus aterciopeladas piernas del chico.

— Estás duro...~ — susurró. Rengoku inhaló el humo del cigarrillo y expulsando todo el aire de este, acercó su rostro al blanco y frío cuello de Akaza dónde saco su lengua para así lamerlo, haciendo reír al rosado.— ¿Podemos hacerlo~?

The demon's lamentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora