Me encierro en mi pequeño castillo donde los pensamientos golpean ligeramente mi mente. Recuerdo cuando éramos pequeñas y lo bien que nos llevábamos, después Raquel fue a la universidad y yo no pude ir, mi padre había fallecido y mi madre estaba de bajón tomándose todas las pastillas depresivas que había en la farmacia por lo que tuve que salir a buscar trabajo dejando mis estudios y hasta mi vida para tener que madurar y hacerme responsable de todo. Desde trabajar a cuidar a mi madre, pagar facturas... Mientras yo trabajaba duro en la cafetería y en ocasiones iba a limpiar las oficinas en las que trabajaba mi madre para que ella no perdiera ese puesto debía de hacerlo yo.
Siempre estaba cansada, no tenía tiempo ni para conocer chicos, ni arreglarme y mucho menos para salir a la discoteca con mi amiga Loles.
No tenía la vida de una adolescente de dieciocho años, llevaba una carga muy pesada sobre mis hombros y nadie me echaba una mano.
Raquel logró graduarse y obtener la carrera mientras yo seguía trabajando en lo mismo cuidando de mi madre hasta que se espabilò y se fue a buscar su media naranja, ha pasado tiempo y espero que haya encontrado el hombre que la pueda soportar o al menos se haya encontrado ella misma. Que falta le hace a la jodía.
Y aquí me encuentro, llorando como una magdalena por las hirientes palabras de mi hermana y todo por querer ser mejor que yo, porque hasta donde deduzco yo soy para ella una estúpida que no sabe hacer nada, nunca ha intentado de ver en mí mi sacrificio y esfuerzo, y muchos menos me ha dicho alguna vez que se siente orgullosa por mí. O al menos darme las "gracias" por todo lo que he hecho por ella.
Pero claro es más fácil tratarme como si fuera una ignorante que no sabe ni hacer la "o" con un canutero, es mejor creerse su sabiduría cuando yo sé perfectamente que siempre ha utilizado más su belleza y astucia para conseguir aquello que se propone antes de conseguirlo por sus propias manos y cabeza.
Le jode lo suficiente que Thiago me haya elegido a mí para hacer el proyecto y no a ella, pero en parte ya no quiero seguir con este juego, prefiero quedarme conforme estoy y aspirar a casarme con Neil y seguir llevando mi vida tan humilde como la estoy llevando.Nada más despertarme miro por la ventana a mi precioso Neil, el cual está vestido tan elegante con un traje chaqueta bebiendo café. Abre la ventana y con una bella sonrisa me da los buenos días, hablamos durante unos minutos, los minutos más felices que una puede tener y me hacen de perder el norte.
Termino de hablar con mi marido del futuro y me preparo para irme a trabajar.Al llegar al restaurante saludo a varios clientes y entro en las cocinas para hablar con Rafael comentándome lo que tengo que hacer hoy.
Para mí sorpresa hay una mesa reservada al nombre de Donatella Serle.
Siento como mi corazón galopa en mi pecho ante la idea que vaya a pedirme trabajar para ella.
Quizás quedará en mi imaginación, pero tampoco cobran impuestos por fantasear.Hago mi trabajo hasta la hora de recibir a Donatella, ella vestida como la reina de Inglaterra, toma asiento en la mesa quitándose las gafas de sol me mira muy divertida.
— Hola señorita Abara, disculpe que aún no me haya puesto en contacto contigo, he tenido que asistir a varias reuniones importantes fuera del país.
— No se preocupe señora Serle, cuando usted tenga tiempo podemos hablar.
— Será ahora mismo. ¿Ha comido?
— Aún no. — La verdad que está mujer me intriga.
— Tome asiento, hablaré con usted explicándote en qué consiste mi empresa y cuál va ser tu trabajo. — Carraspeo mi garganta antes de tomar asiento sintiéndome que todo gira demasiado rápido a mi alrededor.
— Antes de nada, quería decirle señora Serle que yo no llegué a terminar mis estudios universitarios, yo simplemente sé trabajar en restaurantes. — Siento la punta de la flecha clavarse en mi corazón.
— Masiel, mírame querida. No tienes porqué avergonzarte de ti misma. Para mí no va suponer un problema el que no hayas estudiado porque si tú lo deseas yo misma me encargaré de que asistas a una buena universidad, mientras trabajaras a mi lado como mi asistente, te iré enseñando todo lo relativo al mundo en el que me muevo que son los negocios.
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Nada Es Aquello Que Esperamos
RandomCuantas veces hemos planeado algo y al final nos ha sucedido algo muy distinto. En ocasiones me he visto soñando despierta con mi guapo vecino el cual vivo con la esperanza de llegar a casarme con él. Por supuesto, el destino me tiene preparado otra...