Todos estamos vestidos de negro despidiendo a Gregorio. Un último adiós para un hombre que murió en paz rodeado por sus seres queridos.
No lo conocí mucho, pero el poco tiempo que viví en su casa me pareció un hombre amable.
A mi lado está Manuela llorando débilmente, apenas puede dar dos pasos seguidos sin apoyarse en otras dos personas más.
Yo trato de ayudarla como me es posible hasta llegar al cementerio, allí dos de sus familiares se encargan de ella.
Mientras tanto, yo me pongo al lado de Thiago cogiéndole su mano.
En todo el funeral no ha movido un músculo, sus ojos están verdaderamente tristes y al parecer quiere hacerse el fuerte para no expresar lo que siente.
Tomo su mano mirando hacia el ataúd, donde hay una foto de su padre y el sacerdote diciéndole unas palabras.
Uno a uno de los familiares y amigos comienzan a dar el pésame cuando ya se ha enterrado Gregorio.
No lo puedo evitar y lloro al recordar a mi padre.
Thiago me abraza estrechándome contra su pecho dejando caer al fin una a una gotas de dolor.
Nos abrazamos llorando amargamente como si con ese abrazo los dos pudiéramos reconfortarnos.
Miro sus claros ojos ahora más claros llegando a ver mi propio reflejo en ellos, con delicadeza me limpia mi rostro y yo hago lo mismo pidiéndole de ser fuerte.
Solo asiente con su cabeza a la vez que me rodea por mí cintura y empezamos a caminar hacia el auto.Al llegar a la casa, varios familiares están esperando a Thiago y su madre.
Nada más entrar quiero separarme de Thiago para que su familia lo arrope en un día tan difícil como es este.
Sin embargo, el aprieta mi mano pidiéndome de no dejarlo solo.
Hago lo que me pide y entramos en el salón donde durante horas hablamos con sus familiares más cercanos rezando por su padre.Al caer la noche, toda la casa está en silencio, tan solo se escucha los sollozos de Manuela pronunciando el nombre de su marido.
Hablo con ella durante un buen rato hasta que se me ocurre darle una pastilla para dormir. No es la mejor solución pero al menos le ayudará a descansar.
Manuela está profundamente dormida, siento lástima por ella y eso me parte el corazón.
Pero más se me parte cuando veo a Thiago sentado con su cabeza echada hacia atrás con sus brazos estirados sujetando un vaso con licor echando un trago tras otro.
Me acerco hasta él tomando asiento enfrente suya atreviéndome a decirle que el alcohol no le va ayudar a sanar las heridas.— En estos momentos es lo que deseo. Beber recordando los momentos vividos junto a mi padre. Asumiendo como me ha cambiado mi vida ahora que él no está tengo que llevar más peso sobre mis hombros.
— Thiago yo te puedo ayudar. — Se ríe irónicamente.
— ¿Cómo vas hacerlo? ¿Acaso tienes una varita mágica para hacer desaparecer mis problemas personales y resolver la deuda que tengo en la empresa gracias a la mala gestión que hizo mi padre? — Incorporándose hacia delante dejando a su vez el vaso ya vacío encima de una pequeña mesa de cristal para clavar su clara mirada en mí logrando ponerme más nerviosa con esa manera tan exótica y picante de mirarme.
Trago saliva poniéndome recta aparentando serenidad, cuando en verdad estoy hecha todo un flan de huevo.— Tampoco es para que te ofendas. Simplemente quiero ayudarte, sabes que aquí estoy para lo que necesites. — ¡Arrea! Esa última frase no he debido de decirla.
— Es un placer poder contar contigo Masiel, pero no puedes ayudarme demasido si apenas tienes estudios para justificar tu trabajo. Mi consejo es que el día que firmemos el divorcio recojas tus cosas y vuelvas de nuevo a tu país, con Donatella no te espera mucho futuro. Si estás trabajando con ella es por recomendación mía, pero cuando acabe el proyecto ella te va despedir. Si me quieres hacer caso, haz lo que te digo.
Me quedo totalmente impactada con lo que me estoy enterando. En definitiva, Donatella se está aprovechando de mí.
— No, no creo que Donatella me haga algo así, ella misma me ha dicho que va ayudarme con mis estudios.
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Nada Es Aquello Que Esperamos
RandomCuantas veces hemos planeado algo y al final nos ha sucedido algo muy distinto. En ocasiones me he visto soñando despierta con mi guapo vecino el cual vivo con la esperanza de llegar a casarme con él. Por supuesto, el destino me tiene preparado otra...