Capítulo 1. Tertulias y Visitas Inesperadas.

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Iba cabalgando lo más rápido que ella podía, se sentía cansada pero tenía que llegar a la hora acordada con su viejo amigo y compañero de aventuras, ella no era de las personas que les gustaba llegar tarde a un compromiso, fiesta, boda y entre tantas cosas, el punto es que no le gustaba llegar tarde.

Ella había estado viajando toda la mañana, tarde y lo que llevaba la noche, venía de Mithlond, los Puertos Grises, normalmente son dos días de viaje pero con su fiel caballo Lumyr, era una de la raza mearas así que se hizo un día de viaje...

* * * *

El pequeño Bilbo Bolsón era un hobbit, que vivía en un agujero—hobbit, donde había buena comida, una cómoda cama, y bueno muchas otras cosas de ostento.

Era la hora de cenar, y el hobbit se estaba preparando una trucha con verduras pero, en eso se escucha la campanilla. Bilbo fue a abrir la puerta pero al abrirla de encontró con un enano calvo, robusto, y con tatuajes en tinta negra en el cráneo y en las manos.

—Dwalin, a su servicio— dijo haciendo una reverencia con una voz ronca y grave.
Bilbo tardó un poco en reaccionar, y al hacerlo se empezó a amarrar la bata diciendo— Bilbo Bolsón, al suyo.

El enano cuyo nombre era Dwalin, entró en la casa sin el consentimiento del hobbit.

— ¿Nos conocemos? — preguntó un poco confuso el mediano.
—No— contestó simplemente el otro.

Dwalin, se comió la cena del pobre Bilbo y todavía pidió más hasta que
volvieron a tocar la campanilla, pero esta cuando Bilbo abrió la puerta se encontró con un enano ancho, bajo y con una larga barba blanca, su nombre era Balin, hermano de Dwalin.

Nuestro pequeño anfitrión estaba tratando de explicarles a los enanos (que estaban en la despensa de este) sobre que no sabía quiénes eran y que gusta conocer primero a sus visitas antes de que vinieran de visita. Con un "lo siento" por parte del mediano, Balin dijo "lo perdonamos" y dicho eso sonó otra vez la campanilla. Bilbo fue otra vez a la puerta, al abrir no se sorprendió mucho al ver que había otros dos enanos, uno rubio y uno moreno.

—Fili— dijo el rubio.

— y Kili— dijo el moreno.

—A su servicio— dijeron al mismo tiempo haciendo una reverencia como los dos anteriores—usted debe ser el señor "Balsas"— dijo Kili sonriendo.
—No aquí no es— dijo Bilbo tratando de cerrar la puerta pero fue interceptado por Kili.
— ¿Qué? ¿La cena se canceló? — dijo Kili.
—Nadie nos dijo— contestó Fili viendo a su hermano menor.
—No, nada se ha cancelado— dijo Bilbo poniendo un gesto de no entender de que hablaban los enanos.

Entraron y Fili le dijo —Cuidado con estas que las acabo de afilar—

Entregándole un montón de espadas, dagas y cuchillos.

— Linda casa, ¿usted la hizo? — preguntó Kili mientras se limpiaba las botas en una caja de madera.
—No, ha pertenecido en mi familia durante siglos, y no hagas eso que le pertenecía a mi madre.

Después de que los cuatro enanos se saludaran y acomodaron el lugar para "los demás" (de los cuales Bilbo desconocía), tocaron el timbre.

El pobre hobbit empezó a protestar diciendo cosas como "ya tengo suficientes enanos en mi cocina", al abrir la puerta había 8 enanos tumbados en el piso de la casa y atrás de ellos estaba... ¡Gandalf! Bilbo soltó un suspiro pronunciando el nombre del mago.

Luego de todo esto los enanos se presentaron (De los cuales Bilbo no se acordó de la mayoría, pero ya habría tiempo para eso), empezaron a vaciar la alacena de Bilbo y acomodando la mesa de la cocina.

La Estrella a La Derecha (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora