Capítulo 19. Sueños.

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Capítulo19. Sueños.

Me desperté, pero me seguía manteniendo con los ojos cerrados, y cuando los abrí los cerré de golpe pues la luz que había era muy luminosa a la par de cegadora. Fui abriendo lentamente los ojos y parpadeando para poder acostumbrarme.

Cuando ya estaba despabilada y de pie, me dediqué a observar detalladamente el lugar donde me encontraba. No estaba en casa de Bardo pues ya no olía a pescado sino más bien a jazmines, los muebles que había eran blanco al igual que las paredes (se podría decir que todo era blanco), pero en uno de los sillones habían una silueta.

En el momento en el que se volteó a verme no supe cómo reaccionar, pues enfrente de mí había una mujer muy hermosa, de ojos azules como el cielo con un brillo en los ojos al igual que las estrellas, su cabello plateado caía como una cascada a lo largo de toda su espalda, su piel parecía tan suave, era muy esbelta y alta. Ella misma emanaba su luz propia, ¿y cómo no? Si enfrente mío tenis a una de las Valares (y no una Valar cualquiera) sino, mi madre.

Me arrogué a sus brazos y correspondió mi abrazo, sus ojos junto con los míos se cristalizaron. Cuando nos separamos me dijo que tenía que hablar conmigo y que era muy importante, así que no la hice esperar y me senté en unos de los sillones y ella imitó mi acción.

—Ilmarë, hija, tenemos que hablar sobre algo que anhela tu corazón.
—Si es por es elfo, no quiero hablar sobre ese tema.
—Para tu suerte querida, no tengo que hablar contigo sobre ese tema pues tú y solamente tú podrás descubrir tus verdaderos sentimientos ya que nadie puede obligarte a sentir—dijo totalmente seria.
— ¿Entonces de que necesitas hablar? Pues debe ser algo muy pero muy importante para que me visites.
—Sí, es muy importante lo que te tengo que decir...
— ¿Acaso estoy muerta? ¿No me pudieron salvar y ahora simplemente te vas a despedir para que pueda irme en paz?— pregunté asustada y horrorizada pues nunca había pensado en que me fuera a morir.
— ¡Déjame terminar por el amor de Eru!— me gritó, a lo que yo ya no dije nada más. —De veas que a veces puedes sacar de sus casillas a las personas.
—Pero aun así me amas, ¿no es así?
—Claro que sí, pero lo que te tengo que decir es muy importante y no tengo mucho tiempo.
—Okay, continúa.
—Bueno, como iba diciendo, una de las cosas que más anhela tu corazón es saber por qué tú tienes las marcas que tienes y por qué son diferentes a las de otras y otros estrellas, ¿no es así?— asentí con la cabeza, llenándome con cada palabra de una inmensa curiosidad que había dejado ya hace bastantes años atrás
—Pues verás, a cada estrella le es asignada una misión, pues cada una es creada de mí y de otro Valar, puede ser que haya estrellas que sean creadas de los mismos Valares pero sus misiones y destinos, aunque puede ser que el destino de algunos se entrelacen, siempre van a ser diferentes.

>>Las marcas que tienes en tus brazos significan, o más bien representa, tus poderes. Pues cada estrella tiene dones diferentes, a excepción de los gemelos o mellizos que en ese caso serían igual, tu tienes los poderes que tienes porque cuando se crearon las estrellas y aparecieron los primeros hijos de Ilúvatar era una noche con una deliciosa pero fría brisa. De ahí es de donde surgieron tus poderes, fue simplemente lo primero que se me vino a la mente, ya después los demás Valares empezaron a apoyarme.

— ¿Entonces fui de un simplemente momento? ¿No fui pensada desde tiempo antes?
—No querida, ¿por qué crees que todo lo espontáneo, o bueno la mayoría, te sale tan bien? Porque eso es lo que eres, una chica espontánea.
—Bueno, continúa.
—Ah sí, la marca del dragón que abarca a todo lo largo de tu espalda representa que tienes que ayudar a los enanos a recuperar sus tierra robadas. Con el simple hecho de que seas parte de la compañía implica que los estás ayudando, ya sea que estés lejos y sin poder ayudarlos o que estés con ellos en cada momento. Ya todo eso será de acuerdo a los sucesos que pasaron, pasen en estos momentos y pasarán.
— ¿Entonces, aunque no esté ayudando a la compañía en vivo y en directo pero sea parte de la compañía contará?
—Exacto. Tu deber es hacer que la montaña a salvo y en manos adecuadas, cuando eso pase tu marca desaparecerá; y ahorita me has recordado algo más que te tenía que contar.
—Está bien, cuéntame.
—Si en todo caso que cumplas tu misión y cumplas tu destino, las marcas desaparecerán cuando todo sea terminando. Las únicas marcas que no desaparecerán serán las de los brazos, pues esas simplemente representan tus poderes y no tienen otro significado.
—Espera... ¿Qué?... ¿Las marcas desaparecerán?
—Sí, ¿no has captado en si bien la idea o todavía no te ha caído el veinte?—preguntó soltando una carcajada, yo simplemente la miré de forma sería para después contagiarme de su risa.

Ya cuando las dos estábamos más calmadas, me miró de la manera maternal que tanto extrañaba. Había pasado miles de años (bueno, exagero, pero sí habían pasado bastantes años) desde que la había visto, platicado y riendo como esta vez.

No me había dado cuenta de lo mucho que la había necesitado en estos últimos años. Me la pasé de pueblo en pueblo viendo como los niños corrían hacia los brazos de sus madres mientras que ellas les abrazaban fuertemente.

Muchas veces hubo esa duda dentro de mi cabeza, preguntándome si alguna vez podría volver a Valinor, pero después conocí a Legolas. Ese maldito elfo cambió todos mis planes. Nunca pensé que me podría enamorar antes de que mi plan tuviera éxito, pero llegó ese elfo y puso mi mundo al revés.

Pero lo que pasó en casa de Bardo, nunca se lo voy a perdonar. ¿Quién es su sano juicio deja a su "amor verdadero" cuando éste está en su lecho de muerte? Bueno, pues me equivoqué al enamorar de él. Todo lo nuestro fue un error.

—Bueno, ahora que estamos más calmadas, ¿puedo seguir explicando?— me preguntó, yo solamente asentí con la cabeza.
—Los Valares decidirán, en todo caso de que cumplas tu misión, si se te otorgará otra misión. Otra cosa, Quiero que sepas que te amo mucho mi pequeña— ella empezó a desaparecer, rodeada de una luz muy cegadora.

Una sensación empezó a crecer en mi interior, como si un enorme vacío empezara a crecer dentro de mí. Sabía que la iba a extrañar mucho, pues pasaría demasiado tiempo para que la volviera a ver.

Luego de varios minutos, todo se tornó oscuro. Pero lo extraño es que todavía seguía consiente, sin desmayarme. De repente, empecé a escuchar ruidos a lo lejos, como si una multitud estuviera por ahí, sentía una tela sobre mis brazos (o más bien sobre todo mi cuerpo).

Luego de un rato, todo se empezó a escuchar más cerca, como si estuviera pasando en esos momentos. Y fue ahí cuando caí en la cuenta de que ya podía abrir los ojos, pero los fui abriendo lentamente hasta adaptarme mejor a la luz. Junto a mí pude ver a Lessa, que parecía muy preocupada pero al sentir mis movimientos se volvió hacia mí, y cuando me vio su rostro cambió.

— ¿Qué pasó?— le pregunté mientras me incorporaba con su ayuda.
—Ilamrë, el dragón ha muerto.

onfunwa8Siento haber tardado pero acabo de regresar a la escuela y no tenía ideas para seguir... Disfruten del capítulo... Besos...

La Estrella a La Derecha (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora