Ya todo estaba perdido, al menos para los mewmanos. Yo caminaba triunfante alejándome de Moon, Marco y Sapo Toro; mantenía un semblante serio pero muy en el fondo de mi alma, me sentía eufórico, mi plan se había completado y de paso, frené el linaje de las Butterfly.
Finalmente lo he logrado, después de tantos años de tantos intentos fallidos, lo logré. Ahora ya no importa lo que crea mi pueblo de mí ni los errores que cometí en el pasado, podrán decir lo que quieran de mí, pero cuando llegue a Septarsis y les cuente lo que hice ya no me negarán el reconocimiento que me merezco. Les prometí una victoria y lo he cumplido.
Me dirijo al bosque, será mejor que consiga un caballo o algo parecido, el viaje a Septarsis ya de por sí es largo teniendo transporte.
Un momento.
El sonido de ramas y hojas siendo pisadas junto con el leve movimiento de un par de arbustos llaman mi atención, pero eso no es lo realmente importante, lo que realmente importa es ella.
No puedo creer lo que estoy viendo... realmente es ella; su sombrero de ala ancha, su cabello pelirrojo, su escamosa piel verde y su escoba en una de sus manos. Sus ojos esmeraldas se cruzan con los míos, ambos estamos impactados por vernos de nuevo, después de todos estos años, después de todo lo que hice, después de todo lo que le hice.
—...Toffee...— susurró, el viento arrastró sus palabras, pero eso no impidió que llegara a escucharlas, su voz seguía siendo igual de dulce y reconfortante que como la recordaba.
Tenía que estar soñando, tal vez me entró algo de magia mientras estaba en el reino de esta misma. Cierro los ojos para probar que no estén jugando conmigo, pero en cuanto los abro hay algo diferente, una intensa luz amarilla detrás de mí ilumina el bosque y el rostro horrorizado de mi vieja amiga —¡TOFFEE, CUIDADO! — me advierte a la vez que yo me giro para ver qué demonios pasaba.
Y ahí fue cuando lo vi.
Un enorme rayo amarillo yendo a toda velocidad contra mí, la muerte estaba a tan solo unos pasos de mí, es como si todo se ralentizara. Veo a la misma muerte frente a mí ¿escapo de ella o la dejo ser?... Star, una mewmana que puede hacer la diferencia pero que la magia la corromperá en algún momento, lo sé, ya pasó antes.
Esa misma mewmana será también mi verdugo, quizás la última cara que vea. ¿Realmente seré recordado así? El septariano que lo intentó todo por su gente y cuando lo consiguió, la princesa regresó de la muerte con un as bajo la manga y acabó con él y su plan.
Veo mi vida pasar ante mis ojos, todos los errores que cometí siendo un joven lagarto y todas las idioteces que hice siendo un adulto, todo el dolor y vergüenza por el que hice pasar a mi familia... a mis amigos, a ella.
Tengo una extraña visión de el otro lado. Siluetas oscuras están mirando como estoy a punto de dejar esta vida, siento que todas son familiares, pero son tan borrosas que apenas puedo distinguirlas más allá de sus ojos brillantes y condenatorios.
Mi tiempo se ha terminado. Finalmente, el rayo me golpea y penetra en mi piel, me quema, me quema como si estuviera ardiendo en el mismísimo Inframundo.
Hay tantas cosas de las que siempre me he arrepentido, pero en estos momentos hay una sola que me gustaría arreglar, pero las circunstancias me lo han impedido. Por unos segundos tuve la esperanza de hablar y solucionarlo todo, pero ese rayo acabó con eso... sólo espero que... que ella me hubiera perdonado.
Para mi sorpresa, no estoy del todo muerto, pero estoy débil. Mi piel está hecha una baba verde oscura, no queda nada de mí más que huesos, pero eso no me impide escuchar como Star es recibida por sus amigos de forma alegre, me da asco.
Me arrastro como puedo hacía ellos, no voy a morir sin dejarles una advertencia, tal vez me vencieron a mí, pero, tarde o temprano, la magia acabará con ellos —¿crees que ganaste? ¡Ja! — rio con las pocas fuerzas que me quedan y los apunto con mi huesudo dedo —tú no haces los planes, yo sí, ¡yo!— me acercó más, quiero que la imagen de mi cadáver quede grabada en sus mentes.
—Sólo yo sé cómo terminará todo esto— después de decir eso algo pesado cayó sobre mí, todo quedó en negro, perdí la consciencia... en consecuencia, estaba muerto.
Pasé toda mi vida intentando aprovechar cada oportunidad, cada segundo para hacer algo por mi especie, pero basta con un simple hechizo para derrumbar todo eso, esa ha sido la historia de muchos monstruos que conocí y de los que escuché hablar.
Pero esta es mi historia, la historia de un joven septariano dispuesto a cambiar el modo en que todos vivían, la historia en la que todos fueron perdiendo la fe en mí y prefirieron esconderse a seguirme, la historia de cómo me convertí en Toffee, el Último Guerrero de Septarsis.
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¡Hey! Hay doble actualización, sigue deslizando :P
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Toffee: El Último Guerrero de Septarsis - El Legado de Mewni Vol. 1
FanfictionCuando la muerte está tan cerca de Toffee, el pasado se hace presente en sus pensamientos haciendo que su deceso no fuera nada más que otro golpe a su orgullo. Intentó demasiadas cosas para lograr el bien de su especie y de los monstruos en general...