Capítulo 12 "Lo Bueno del Mewmano"

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Después de separarse de los lagartos, John se adentró en el pueblo. No era muy transitado además de que era casi de noche y no esperaba que alguien que no fuera su hermana notara su ausencia; pasó por casas y cabañas sencillas pero hermosas hasta que llegó al otro lado del pueblo, había una casa abandonada y en ruinas cayéndose poco a poco que sobresalía del resto.

Entró cautelosamente por la parte trasera y subió por unas escaleras en proceso de putrefacción, el lugar no tenía muebles en buen estado y era lo más antihigiénico posible, apestaba a muerte y a tristeza, pero John no tenía para algo mejor. Llegó hasta una habitación con una parte del techo roto que dejaba entrar la luz de la luna.

En una esquina había una cama improvisada hecha con un montón de hojas y cubierta por ropa cocida para ser una manta, en la cama descansaba una niña de cabello castaño que usaba un vestido viejo color amarillo y abrazaba a un peluche de un conejo dorado con cuernos y con algo de moho.

John dio un mal paso y pisó una tabla en mal estado rompiéndola, la niña rápidamente se levantó del susto, pero al ver a su hermano corrió llena de alegría para abrazarlo —¡John, llegaste! Casi me da un infarto tontito— clamó mientras John la levantaba para cargarla.

—Lo siento Sofía, no quería despertarte y mucho menos darte un susto— se excusó y llevó a la niña a donde estaba descansando.

—Sí me asustaste pero no estaba dormida, el Señor Bombón me estaba contando lo que soñó para entretenerme mientras tu estabas fuera— respondió Sofía apuntando al peluche que había dejado en aquella esquina —¿qué le pasó a tu brazo?— la niña notó la venda de hojas que su hermano tenía. 

—Sólo es un rasguño, nada importante ¿qué soñó el Señor Bombón?— preguntó desviándose del tema y buscando algo con que cubrir a su hermana.

—Que yo era un oso y tu un mewmano, pero luego te transformabas en oso para cuidar de mí y ser mi hermano, ¿no es lindo? — respondió la pequeña jugando con su lebrílope de peluche mientras su hermano la cobijaba con una manta que encontró en la casa, estaba algo rota y sucia, pero servía —lo es... suena a algo que yo haría— respondió acostando su cuerpo en el suelo pues no cabía junto con su hermana en el bulto de hojas.

—Mañana mismo prepara al Señor Bombón, tu otro vestido y tu manta, vamos a mudarnos— al decirlo volteó a su hermana y ella se sentó e hizo lo mismo al escucharlo —¡¿vamos a mudarnos?! Eso es genial ¿cómo compraste una casa? — exclamó la niña llena de alegría, con una enorme sonrisa en su rostro y un brillo en sus grandes ojos —no compré una casa, cuando fui al bosque conocí a alguien que me dará un hogar mejor que este a cambio de que yo haga unos trabajos— le explicó John tratando de que ella se volviera a acostar.

—¿Entonces vamos a mudarnos al...? — Sofía fue interrumpida por un aterrador estruendo, ella rápidamente corrió a los brazos de John buscando refugio —no te preocupes, es sólo un trueno, yo te cuido— él trató de calmarla, tomó la manta y al conejo con cuernos para irse al piso de abajo, o sino el agua de la lluvia iba a mojarlos. Se colocaron bajo una única mesa con un par de insectos y telarañas en ella, ya estaban acostumbrados a eso.

Otro trueno sonó.

Un grupo de septarianos junto con unos pocos mewmanos corrían por el bosque tratando de llegar al campamento, Jason estaba en aquel grupo, todos completamente empapados por la lluvia. Tardaron en llegar al campamento ya que debían de despistar a la turba de mewmanos furiosos que los seguía, cuando consiguieron su objetivo; los mewmanos nuevos fueron llevados a registro y luego a sus tiendas al igual que los septarianos, pero faltaba alguien.

—Tenemos un problema, un enorme problema...— Jason trataba de recuperar el aliento después de correr tanto —¿qué sucede Jason? ¿dónde está Rasticore? — le preguntó Angélica tomando el rostro mojado de Jason obligándole a que la viera —no... no lo sé, él sólo se desvió... y luego ya no... ya no estaba— respondió mortificado, el grupo se preocupó tanto que se olvidaron de la lluvia que caía sobre ellos.

Toffee: El Último Guerrero de Septarsis - El Legado de Mewni Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora