Capítulo 39 "Lagartos y Monstruos"

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El sol se elevó hacia el cielo y junto con el amanecer, Seth y sus soldados estaban listos para irse.

El lagarto se reunió con Angélica y Barker en su tienda para darles unas cuantas indicaciones antes de marcharse, una parte de su ejército se quedaría con ellos en las afueras de Reptown y el resto se irían con Seth y Toffee al campamento de monstruos, los jóvenes septarianos tendrían que hacerse cargo de ellos aparte de sus propios soldados.

—Manténganse lo más lejos posible de los pueblos mewmanos, no se muevan de aquí y no hagan un caos, si necesitan ayuda o si pasa algo grave, búsquenme o contáctenme lo más pronto posible, ¿de acuerdo?

—Sí señor— afirmaron Angélica y Barker a la vez, observando como Seth empacaba un par de cosas. 

—Sólo una cosa, señor, ¿cuánto tiempo piensan quedarse en el campamento de monstruos? — preguntó Barker antes de que Seth les permitiera irse. 

—El tiempo que sea necesario, no se preocupen, les avisaré cuando estemos de regreso— el hombre cerró su último baúl y lo dejó cerca de la salida de su tienda —mientras tanto vayan reabasteciendo las armas y todo lo demás que se quemó, y por favor, manténganse lejos de los problemas.

Los jóvenes asintieron y Seth les abrió paso para que se fueran, un par de septarianos llegaron para subir las cosas de su general a una carreta dónde ya se encontraban las cosas de Toffee, este estaba junto con Emerald y Rasticore esperando la siguiente orden de su padre mientras Jason y Aquo les hacían compañía esperando a despedirse. Angélica y Barker fueron con ellos con un semblante tranquilo.

Toffee parecía estar diciéndole algo a Emerald mientras Rasticore los ignoraba acariciando a su grifo, Emerald asintió y le respondió a Toffee —está bien...—. 

Angélica fue directamente hacia ellos, siendo seguida por Jason, Aquo y Barker; los otros la miraron al notar que se aproximaba —Toffee, creo que deberíamos hablar de lo que pasó.

—Sí... de hecho, Emerald y yo hablábamos de eso— replicó Toffee señalando a su amiga. 

—Perfecto, entonces... quiero disculparme, tienes razón, no debimos ocultarte nada.

—Y nosotros no debimos hacerle caso a Angélica— interrumpió Barker. 

—Eso también— admitió la septariana con la cola entre las piernas, iba a seguir hablando, pero Toffee lo hizo primero. 

—Yo también quería disculparme, no debí molestarme por eso cuando yo tampoco te dije que estaba investigando a Carter— explicó un tanto apenado, ambos esbozaron una sonrisa de vergüenza. 

—Bueno, ¿qué les parece si ahora ya no hay más secretos entre nosotros? — propuso Jason.

—¿Hablas de contarnos todo?... o sea... ¿todo? — cuestionó Aquo alzando una ceja, por unos segundos se miraron unos a otros incómodamente. 

—No tiene que ser todo, sólo lo importante... o sea, lo que los demás tengamos que saber— aclaró Jason.

—Entonces... ¿estamos bien? — preguntó el kelpie retomando el tema. 

—Por supuesto— Toffee asintió. 

Seth se acercó ellos con su sequito de guardias —jóvenes, despídanse, ya es hora de irnos— advirtió pasándolos de largo sobre su corcel. 

Toffee se giró al grupo —ya lo oyeron, hora de irnos.

—Vamos a extrañarlos, es una lástima que Seth sólo haya querido llevarse a la mitad— comentó Angélica. 

—Seguro, debe ser una lástima que el único de Septarsis con el que te quedarás sea Jason, me compadezco de ti— Emerald tocó su hombro expresando una falsa lástima y una notable mirada acusatoria. 

Toffee: El Último Guerrero de Septarsis - El Legado de Mewni Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora