—Mantente vivo...
Toffee sintió como polvo entraba por sus fosas nasales a la vez que cabello se movía haciéndole cosquillas a su hocico, todo eso terminó con él estornudando sobre la cabeza de Emerald recién despierta, pero para su suerte no salió nada desagradable —hora de levantarse, bello durmiente— anunció Emerald dándole un leve golpe.
Toffee soltó un quejido de dolor mientras se sentaba —¿no crees que con sólo sacudirme un poco habría bastado? — se quejó el septariano sacudiendo la tierra de su ropa.
—Tal vez, pero me lo debías por estornudar en mi cabello— bufó y salió a la superficie para cambiarse.
Toffee no tardó mucho en darse cuenta de que no eran los únicos despiertos a pesar de que todo seguía oscuro, vio a varios soldados con ropa algo sucia pero cómoda mientras que otros directamente se fueron a dormir con la armadura o traje puesto.
Escaló hasta salir de la trinchera y caminó hasta una tienda grande donde varios soldados de las todas las especies que conformaban los ejércitos entraban y salían, algunos listos para el ataque y otros recién yendo a cambiarse; buscó su propio traje para cambiarse.
Al salir del vestidor, Toffee se topó una vez más con Heinous y pudo apreciar más de cerca la cuerda en su cintura. El septariano intentó pasar desapercibido ya que no quería hablar con ella, pero la chica lo alcanzó a notar.
—Ho-hola, Toffee, buenos días... — le saludó con tono apagado, Toffee se dio cuenta de lo hinchado de sus ojos, posiblemente por haber llorado.
Toffee también notó que ella cargaba algo en sus manos, el mismo objeto de la noche anterior —buenos días... no es por nada pero... ¿qué haces aquí? — vio como la mewmana se tensó por la frialdad de su tono.
—... Rasticore y Muuaji están en peligro y yo haré lo que sea por salvarlos, después de todo... son mis amigos— Heinous presionó el objeto envuelto a su cuerpo conteniendo las lágrimas, sus ojos reflejaban un miedo real el cual Toffee nunca había presenciado o vivido, no sabía a qué le podía tener tanto miedo.
Toffee trató de suavizar su tono, sentía que estaba siendo muy duro con ella, pero ella le daba una mala espina que le impedía ser más empático o amable—¿entonces viniste a apoyarnos?
—Exacto, no seré buena con el combate cuerpo a cuerpo, pero sé un par de cosas que podrían ayudar, por eso traje a este pequeño— Heinous le dio una palmada al objeto haciendo un sonido metálico.
—¿Traes un arma? — Toffee bajó su cabeza hasta el objeto intentando descifrar el olor.
—Créeme, esto es más que un arma cualquiera— aseguró Heinous con una expresión orgullosa.
Fue entonces que Toffee notó que la cuerda se movió ligeramente —acaso tu... ¿tu cinturón se movió? — cuestionó señalando a su cintura, Heinous avergonzada y atemorizada en seguida bajó el objeto para cubrir lo que Toffee no sabía era su cola de cambia-tallas.
—Oh, no debió ser nada— comentó apartándose del septariano y alimentando sus sospechas al actuar tan raro.
—Oigan será mejor que se den prisa, tendremos una batalla en unos minutos— avisó Angélica llegando a ellos sobre Aquo.
—Ya vamos— aseguró Heinous caminando al lado del kelpie.
—Monsieur Toffee, finalmente estás donde perteneces, no deberías llegar tarde con tu batallón— comentó la septariana con tono semi burlón.
—No voy a llegar tarde y desperdiciar esta oportunidad, por cierto... agradecería que no uses tus extrañas palabras conmigo— Toffee rodó los ojos y Angélica se rio.
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Toffee: El Último Guerrero de Septarsis - El Legado de Mewni Vol. 1
FanfictionCuando la muerte está tan cerca de Toffee, el pasado se hace presente en sus pensamientos haciendo que su deceso no fuera nada más que otro golpe a su orgullo. Intentó demasiadas cosas para lograr el bien de su especie y de los monstruos en general...