Toffee: El Último Guerrero de Septarsis - El Legado de Mewni Vol. 1

Capítulo 17 "El Final, ¿Verdad?"

Aviso: este capítulo contiene escenas de violencia leve o moderada así como temáticas sensibles, proceda con precaución.

—¡TOFFEE CUIDADO! — vociferó Emerald desesperadamente cuando vio a Emma levantar su lanza para cortar a Toffee en dos, él se dio la vuelta y vio a la mismísima muerte esperando por él.

Este sería su final.

El impulso lo hizo cerrar los ojos y cubrirse de una inevitable muerte con sus brazos, pero algo pasó, el filo nunca lo tocó, Emma soltó la lanza dejando que cayera frente a Toffee sin herirlo, él vio como de en medio de su pecho salía una hoja ensangrentada y detrás de Emma, estaba John, era él quien la estaba apuñalando en ese momento.

Emerald instintivamente corrió hacia Toffee, sentía un enorme terror al casi perderlo, se puso de rodillas frente a él, ella tenía lágrimas escurriendo de sus ojos —ya estás bien... estamos... bien...— fueron las únicas palabras que pudo decir gracias a un nudo en su garganta, ella lo abrazó fuertemente mientras comenzaba a llorar en su pecho. 

Toffee también la abrazó apresuradamente y se recargó en su hombro, sin embargo, contuvo las lágrimas, pero eso no le impidió abrazarla con todas las fuerzas que tenía, nada le importó en ese momento, ni el cabello de la septariana sobre sus ojos o sus lágrimas empapando su traje, el cielo estaba oscuro y las nubes dejaron caer toda el agua en ellas.

Emma miró detrás de ella y vio a John lagrimeando con una expresión de dolor en su rostro —¿qué... demonios... estás... haciendo? — preguntó la mewmana con la voz entrecortada por el dolor y el agotamiento. 

—No dejaré que sigas lastimando a mis amigos— juró John sacando su daga de ella, Emma cayó al suelo boca arriba. 

—¿Tus... amigos?... vaya que eres... estúpido... deja de actuar como si fueras uno de ellos... nunca serás un septariano...

John volvió a encajar su arma, una vez más en su pecho matándola de una vez por todas después de escuchar sus últimas palabras, notó como gotas de agua caían sobre su cuerpo y rostro juntándose con sus lágrimas. Había asesinado a alguien que fue importante para él, ahora tenía una nueva vida con nuevas personas importantes, no quería admitirlo, pero en el fondo él sabía que llegaría el momento en el que tuviera que elegir y ese momento había llegado.

Los septarianos de alrededor iniciaron la limpieza del desastre, Seth se levantó con algo de mareo pero consciente de lo que iba a decir —que esto sea una lección para ustedes mewmanos, esto es lo que pasará si no siguen nuestras órdenes— Seth señaló el cuerpo pálido y sin vida de Emma mientras los soldados recogían los demás cuerpos muertos del resto de mewmanos que la habían apoyado —pero esto es lo que pasará si son tan fuertes como él— Seth tomó el brazo de John y lo levantó con estimación.

Mamá Zulie se posicionó junto a John y posó la mano en su hombro con el mismo sentimiento —felicidades mewmano, te has ganado nuestro respeto— felicitó Seth alzando el rostro, estaba orgulloso de lo que John había hecho, pero tenía algo más importante y menos placentero de lo que hacerse cargo, su hijo.

Seth se alejó de John para ir con su Toffee, no pensaba consolarlo, al contrario, iba a regañarle por aquella idiotez de no ser por Rasticore que se puso delante de él antes de llegar —señor... no creo que sea el mejor momento para hablar con su hijo— aseguró el septariano algo preocupado —esto no te incumbe Caosus Desastrovein, hazte a un lado— ordenó Seth haciendo su voz más grave.

—Sí me incumbe, Toffee es mi amigo y me preocupa tanto como a usted pero casi lo matan, creo que debería dejarlo solo unas horas— sugirió el joven, Seth lo pensó un poco y probablemente el lagarto frente a él tenía razón, finalmente decidió alejarse y encargarse de otros asuntos mientras su hijo se recomponía —muy bien, en cuanto limpien todo pueden volver a sus tiendas y si tienen hambre... ya hay bastante carne fresca— concluyó el rey con un tono alto y salió del lugar acompañado de sus guardias.