Capitulo 10 ❦ Servidumbre

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Después de dejar los aposentos de la señora Rosella me dirigí a la cocina. La señorita Fleur solía dar vueltas por todo el palacio pero siempre volvia a la cocina por las chicas que había dejado trabajando ahí asique habían más posibilidades de encontrarla cuando fuera que si solo me doy vueltas por todo el palacio en su búsqueda.

Me quedé de pie en el pasillo junto a la puerta donde no estorbaria si alguien salía o entraba, después de un rato vi como la señorita Fleur se acercaba, puse mis manos juntas frente a mi e hice una pequeña reverencia.

- Señorita Fleur - dije - discúlpeme por favor, la concubina Crystal me expulsó del palacio de Flores...

- Lo sé - me respondió pero no había enojo en su voz, tomó mis manos y examinó el vendaje - y realmente me alegra que dieran una excusa para que ya no debas volver...

- ¿Disculpe? - no entendía

- No soy tonta, en mi posición yo debo saber todo lo que pasa en el palacio Imperial y en el palacio de Flores asique...- guardo silencio por un segundo - sabía que la señorita Blanche te estaba maltrando, quería enviar a alguien mas pero ella y la concubina Crystal son demasiado unidas...

- Se la ganó - dije - Blanche logró ganarse a una concubina...

Compartimos una mirada.

En el palacio las mujer con más poder es la emperatriz y la que le sigue es la concubina favorita del emperador, si bien no puede entrometerse en asuntos de estado tiene gran poder sobre la gente del palacio, por suerte la concubina Rosella no era una persona cruel y no se aprovechaba del poder que tenía pero las demás eran tema aparte. La concubina Crystal era despiadada y cruel pero si estaba sola o necesitaba quedar bien podía ser tan manejable como un gato pero al estar con alguien afín a sus ideas, como lo era Blanche, solo irían en aumento los abusos y no sólo a mi, habían rumores en el palacio de Flores, las sirvientas estuvieron muy felices con mi presencia porque solo yo era molestada, con mi expulsión seguro que volverían a sufrir los malos trato de antes hacia ellas, lo peor es que no hay nadie que pueda acusar lo que sucede, no sin pruebas. Me preguntaba cómo era la concubina Tatiana, no pude ver suficiente de ella en estas semanas y nadie decía nada, tal vez había comprado a las sirvientas para que no dijeran nada y es que los rumores en el palacio se esparcen como pan caliente aunque a la señora Crystal esto no parecía afectarle.

- No sera bueno para nadie que Blanche sea la dama de compañía favorita de la concubina - creí que la señorita Fleur me hablaba pero más parecía que decía sus pensamientos en voz alta - cuando la conocí no creí que subiría tan rápido y mucho menos que le agradaría a la concubina Crystal...ella no suele llevarse bien con las damas de compañía, las ve como competencia...

- Tal vez tengan un trato...- dije, compartiendo un pensamiento, la señorita Fleur me observó - la concubina Crystal habla muy mal de la emperatriz...asique supuse que no se llevan bien

- Así es, las Emperatrices no suelen llevarse bien con las mujeres que se acuestan con su esposo aunque sea una costumbre y las concubinas nunca tendrían una buena relación con la esposa de quien es su amante...- eso era cierto aún así...

-Debería ser genial poder elegir quien sería la siguiente emperatriz...- la señorita Fleur me miraba

Volteó hacia todos lados y me hizo una señal de que caminara con ella lejos del pasillo.

- Dime...- susurro y yo continue

- Desde que Blanche llegó al palacio no ha ocultado su deseo de ser la concubina de su alteza real el príncipe Amadeus...- la señora Fleur entrecerro sus ojos

- Es bastante común que las concubinas de los príncipes sean elegidas por mujeres de alto rango del palacio...- negó con la cabeza - pero normalmente la emperatriz se encargaría de eso...

- Entonces...¿Que beneficio obtiene Blanche de la concubina Crystal? - Blanche ya tenía poder por ser de la nobleza, asique no necesita ser dama de compañía aunque eso se viera bien en la alta sociedad, entonces el deseo de ser dama de compañía es nada más estar cerca de la familia Imperial

El emperador ya gozaba de tener tres concubinas y desde hace años que no se ha elegido a una nueva, eso solo deja a sus hijos.

- Aún así...- comenzó la señorita Fleur - no le sirve de nada, podría equivocarse de presa

- ¿A que se refiere? - pregunté

- No siempre el primogénito es elegido sucesor, si bien es lo mas común, a veces cuando se tienen varios hijos varones se eligen en base a sus cualidades y por nacimiento...

- Aún así su majestad solo tiene dos hijos varones, lo mas seguro es que el príncipe Amadeus sea el sucesor - mencione

- Y aun así...ser la concubina del príncipe no le asegura convertirse en emperatriz aunque sea coronado - dijo la señorita Fleur sintiendo algo de alivio, sus hombres se relajaron y su tono también - igualmente le presentarán varias mujeres de la nobleza para elegir a su esposa...

- ¿Entonces no hay manera de que Blanche se convierta en Emperatriz? - pregunte

La señorita Fleur me miró.

- De todas maneras - decidió concluir la conversación - aún faltan muchos años para que cualquiera de los príncipes sea coronado, su majestad goza de excelente salud y cumple con sus deberes asique...

- Disculpe, pero es que aunque me diga eso lo mas seguro es que yo siga de sirvienta en el palacio para esas fechas ¿No es así? - señale lo obvio

No importa como lo vea yo fui vendida al palacio asique me volví propiedad de este, básicamente soy un accesorio que va junto con el inmueble.

- Hablando de eso...- continuó ella - puedes estar tranquila, no solemos explicarlo pero quiero que tu lo sepas dado que estas sufriendo mas que las otras, cuando llegaron les dijimos que si hacen bien su trabajo se les podría pagar, la verdad es que al comprarlas el dinero es por cierta cantidad de tiempo que ustedes estén en el palacio...

- No entiendo - acepte

- Por ejemplo - se detuvo frente a mi - el dinero que le fue pagado a la persona que te vendió fue por un año de servicio en el palacio, como haberle dado tu sueldo de un año a ellos...despues de ese tiempo se les comenzará a pagar a ustedes y también se les dará la oportunidad de irse del palacio

- ¿En serio? - pregunté algo confundida, la señorita Fleur comenzo a caminar nuevamente - parece algo contraproducente, entonces después de un año soy libre de irme, si esta esa opción ¿No se irían todos los sirvientes?

- Cualquiera diría que si ¿verdad? - yo asentí - entonces permiteme preguntarte...¿A dónde te irias en un año?

Hizo esa pregunta y fui incapaz de responder, después de pensar unos minutos la claridad se hizo presente, fue doloroso notar el sentido de esa pregunta, no pude evitar reír, la crueldad era tremenda.

- A ningún lado...- conteste - mis padres murieron cuando yo era una niña y mi familia adoptiva siempre me maltrato, cuando me vendieron supe que no los querría volver a ver asique...no tengo a donde ir

- Exacto - suspiro la señorita Fleur - todos y cada uno de los sirvientes y sirvientas están en una situación similar, algunos han estado en orfanatos toda su vida y al llegar a la mayoría de edad los expulsan asique el trabajo en el palacio es una valiosa oportunidad que no desperdician, algunos son de familias muy pobres con gente enferma que necesita cuidados para siempre asique necesitan el dinero y los ingresos del palacio son seguros y siempre llegan a tiempo asique jamás renunciarían a ello, así es como sabemos que en un año nadie se irá, así eligen a la servidumbre del palacio -no supe que decir - descansa hoy, recuperate para mañana volver a trabajar

- Claro señorita Fleur - hice una pequeña reverencia y me retire

Se quedó en mi lo que dijo, es cierto, no tenía a dónde ir en un año, ni en dos, ni en tres, seguramente me quedaría en el palacio por el resto de mi vida y sería miserable, al menos sabía que llegado el momento, si Blanche se convierte en la emperatriz, podría renunciar y largarme, despues de un año podría comenzar a ahorrar ya que a diferencia de otros yo no tenía que enviarle el dinero a nadie porque estaba sola, ahorraría el dinero y después me iría a cualquier lugar, adonde yo quiera y voy a poder correr descalza por un enorme campo de flores.

Las Tres Emperatrices, Primera Emperatriz AdeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora