Siguiendo el consejo de la señorita Fleur espere a encontrar a María cuando no hubiera gente alrededor, fue algo difícil, por nuestro horarios era casi imposible coincidir hasta que la encontré en sus últimos momentos de descanso tomando algo de aire en la puerta trasera, justo debajo de la ventana de la señora Rosella.
Me acerque a ella y antes de hablarle tome una gran bocanada de aire.
- María - sentí que salió más agudo de lo normal y me avergonce, mis mejillas se sonrojaron mientras me acercaba a ella - lo siento...eso sono algo chillón
- Señorita Adelia - nuevamente hizo una pequeña reverencia e hice un puchero
- María...no me gusta eso por favor, no lo hagas...me hace sentir como una desconocida para ti...
- Si le molesta...- esta vez deje que las lágrimas fluyeran
- ¡Si me molesta! - casi dije gritando - ¡Creí que éramos amigas! - trataba de secar las lágrimas pero era casi imposible - ¿Ya no te agrado? - pregunté con miedo a su respuesta
No podria soportar el rechazo de María, si ella se quería apartar de mi, que estaba en todo su derecho, me dolería demasiado, era la única a la que consideraba como una persona de confianza en el palacio y que además se encontraba en mi mismo nivel.
- No es...no es eso...- ella también estaba sonrojada y comenzó a llorar silenciosamente
- Eres una dama de compañía ahora Adelia...y yo solo una sirvienta, somos diferentes...- dijo ella
Me rompió el corazón.
- Yo no lo veo así...- respondí - estamos al mismo nivel
- No es así, entre más pronto lo entiendas será lo mejor...- terminó de secar sus lágrimas y comenzó a caminar a la puerta para entrar, de espaldas una a la otra dije lo último que podía
- Si te quieres alejar por temor a lo que te harían entonces lo acepto...- dije - si es porque le temes a las repercusiones que los demás puedan tomar contra ti entonces por favor vela por tu seguridad dado que es lo único que podría hacer por ti...- escuche como se abría la puerta - pero si es porque temes que pensarían de mi o porque crees que soy superior a ti entonces por favor...sigue hablándome porque yo te veo como a una igual...y una amiga gentil...
Escuche la puerta cerrarse y con ella sentí como si todo se hubiera quedado en pausa por unos segundos, mi mundo entero se había detenido. Nunca había tenido una amiga, mis recuerdos de la niñez desaparecían rápidamente y en casa de los Villiance se me consideraba una mera sirvienta sin derecho a entablar una relación con nadie, quería creer que María me había dado una oportunidad de al fin tener a alguien con quien hablar, reír y llorar pero tal vez era demasiado pedir en este palacio.
Caí de rodillas al suelo y me quedé ahí.
- Adelia - no sabía cuánto tiempo había pasado pero al oír su voz me levante de inmediato
Limpie mi rostro e hice una reverencia.
- Su alteza real príncipe Velkan - dije
- ¿Qué sucedío? - me preguntó al ver mi rostro
- Nada su alteza, disculpe que interrumpa su camino - pretendía volver dentro pero con sumo cuidado el príncipe me detuvo - ¿Su alteza?
- Acompañame - me dijo
Lo seguí por el jardín sin dudar, solo caminábamos viendo las flores. El sonreía y yo trataba de no sorbetear mi nariz, el extendió un pañuelo y me lo entregó, no tuve el valor de usarlo para limpiar mi nariz.
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Las Tres Emperatrices, Primera Emperatriz Adelia
РазноеElla lo perdió todo, sus padres murieron dejándola sola en el mundo, su familia adoptiva decide venderla al palacio imperial para tener algo de dinero, en lugar de deprimirse ella decide dar el máximo para sobrevivir en el palacio y logra conocer a...